Epigenoma: ¿podemos influir en nuestros genes?
Entendemos la genética como algo que heredamos, como algo fijo. Pero ¿cómo podemos influir en nuestros genes? Aquí te contamos más detalles.
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Además del genoma, existe un epigenoma, un tipo de memoria molecular en donde se almacenan, por ejemplo, las enfermedades. Este es el sistema responsable de cómo nuestros genes se expresan, sin afectar su secuencia. Por ejemplo, has heredado los genes familiares de obesidad, pero como practicas un deporte desde niño, tu epigenoma cambió y evitas que la obesidad se exprese. De esta forma, puedes influir en tus genes, haciendo cambios en tu estilo de vida, sin importar tu edad.
¿Qué es el epigenoma?
La epigenética es el estudio de los factores influyen e interactúan en los genes. Las marcas epigenéticas afectan la accesibilidad del ADN, son reguladoras de diversos procesos basados en plantillas de ADN y pueden alterar los perfiles de expresión genética.
A diferencia de la secuencia de ADN, el código epigenético no es estable, y puede cambiar durante el ciclo celular o como una respuesta a diversos estímulos. Por ejemplo, un cambio en la dieta o en el estilo de vida, como dejar de fumar, o de beber alcohol.
Otros factores que influyen en el código son externos, como la contaminación ambiental y los cambios de hábitat que cambian nuestro entorno biológico.
Un grupo de científicos de la Unidad de Genética Evolutiva Humana del Institut Pasteur, han demostrado que el hábitat y el estilo de vida de las poblaciones humanas pueden tener un impacto epigenético, generando cambios que modulan la expresión génica.
En este estudio, se observó que cuando las personas pasan de un hábitat forestal a un entorno urbano, los patrones epigenéticos de la respuesta inmune se ven afectados sustancialmente. Es muy frecuente que surjan enfermedades, a corto o largo plazo.
¿Podemos influir en nuestros genes?
Durante mucho tiempo, los científicos creyeron que nuestros genes eran inmutables, pero actualmente todos concuerdan en que el epigenoma puede corregir la forma en que se lee el genoma. Lo que heredamos en nuestros genes es una predisposición, no un destino inmutable.
Los seres humanos heredamos el genoma y también el epigenoma. Estos factores epigenéticos se transmiten a través de los espermatozoides de generación en generación. Pero algunos sucesos vividos en la infancia, especialmente los traumáticos, como la violencia o el abandono, cambian el epigenoma.
Según la doctora Isabelle Mansuy, catedrática de neuroepigenética de la Universidad de Zurich, lo que comían nuestros abuelos, así como sus experiencias, puede estar afectando nuestra salud. Estas cargas heredadas son generalmente enfermedades, problemas mentales o depresión, pero son solo el “hardware” (los genes). Es el “software” (los factores epigenéticos) lo que determina lo que sucede con ellos, dice Mansuy.
Lo que comemos, los contaminantes a los que estamos expuestos, nuestras experiencias, el ejercicio físico que practicamos, la vida sana que llevamos, son todos factores que pueden reescribir nuestro epigenoma. También depende de nosotros mismos si una enfermedad a la que tenemos predisposición genética se manifiesta. Si mantenemos los malos hábitos que tenían nuestros ancestros, seguramente lo hará.
El estilo de vida es el factor esencial
Los estudios sobre epigenoma muestran que el estilo de vida influye en los mecanismos epigenéticos, tanto como los factores ambientales. Específicamente, afectan la metilación del ADN, la expresión de microARN y la acetilación de histonas.
Los factores que se han identificado que podrían cambiar el código epigenético son:
- Dieta
- Obesidad
- Ejercicio físico
- Tabaquismo
- Consumo de alcohol
- Estrés psicológico
- Trabajo nocturno
- Contaminantes ambientales
Los estudios muestran que estos factores influyen en el epigenoma y provocan cambios positivos o negativos en la forma en que nuestros genes se expresan. La doctora Mansuy, catedrática de neuroepigenética, también incluye las relaciones armoniosas, la meditación y la música.
El impacto de la dieta
Si la alimentación de una persona es poco saludable durante mucho tiempo, el código epigenético de sus células intestinales, grasas y hepáticas, cambia. Pero cuando la dieta mejora, estos cambios pueden revertirse.
Los expertos mencionan que, cuanto más tiempo se mantenga la dieta no saludable, más difícil será cambiar el código epigenético. Incluso, si este tiempo es muy largo, algunos de los «dedos» epigenéticos se mantendrán en el gen, causando problemas de salud, pese a la mejora de la dieta.
Los estudios han revelado que muchos de los componentes de los alimentos pueden provocar alteraciones epigenéticas. Entre ellos se han destacado los compuestos que incluyen el té verde, el brócoli y otras verduras crucíferas, así como las frutas y las verduras en general.
Ya todos sabíamos que una dieta saludable, el ejercicio físico y el estilo de vida ayudan a vivir de forma más sana y durante mucho más tiempo. Pero con los estudios sobre el epigenoma, conocemos hasta qué punto es importante mantener buenos hábitos de salud.
Deja tus comentarios sobre este interesante tema ¿De qué forma crees que puedes influir en tus genes? Comparte en tus redes sociales y difunde esta buena noticia. No son nuestros genes quienes deciden nuestro estado de salud, sino nosotros, pues podemos influir positivamente en nuestro código epigenético.