Un ejercicio distinto para cada tipo de enfermedad
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Muchas personas que sufren una enfermedad crónica dejan de realizar ejercicio o lo evitan debido al malestar que padecen. Sin embargo, no siempre se acierta con la actividad deportiva a practicar. Hay un ejercicio distinto para cada tipo de enfermedad, como podrás comprobar en el siguiente artículo.
-Dolor de espalda: lo adecuado sería realizar actividades que sirvan para fortalecer esta parte del cuerpo, además de piernas, glúteos y abdomen, que son los encargados de aportarle estabilidad a la columna.
-Artritis: las personas que sufren esta dolencia deberían hacer ejercicios aeróbicos de impacto reducido durante 45 minutos como mínimo, cinco días a la semana. De esa manera rebajarán las molestias y la rigidez que presentan las articulaciones.
-Diabetes: la práctica deportiva equilibra los niveles de glucosa en sangre y los reduce. Se recomienda sobre todo practicar actividades aeróbicas o de desarrollo muscular durante al menos veinte minutos diarios.
-Para la presión alta: no se puede decir que haya una actividad física concreta para regular la presión. Con un ejercicio moderado de veinte minutos cada día se conseguiría mantener dentro de unos parámetros adecuados la presión en sangre.
-Para el cáncer: siempre se recomienda que antes de ponerte a realizar cualquier tipo de actividad física lo consultes con tu médico. Él se ocupará de darte consejos sobre el deporte, la duración y sesiones semanales. En el caso de esta patología, te ayudará a fortalecer más el organismo y plantarle cara con más entereza a la enfermedad. Una vez que consigas superarlo te recuperarás mucho más rápido.
-Para el corazón: la práctica de ejercicio de manera regular consigue disminuir el riesgo de sufrir ataques del corazón entre un 35 y un 55%. Los mejores son los aeróbicos y los de fuerza, en donde se trabaje la musculatura. En cuanto a la cantidad, lo mejor es que confíes en los sabios consejos de un profesional de la medicina.
-Perder peso: cualquier disciplina aeróbica, como montar en bicicleta, correr o nadar también permiten bajar los kilos de más siempre que se haga la actividad de manera rutinaria y se rebasen los 45-60 minutos en la sesión preparatoria.
Posiblemente ya lo sepas, pero el ejercicio físico contribuye a conseguir una mayor calidad de vida, incluso para las personas que se encuentran en perfectas condiciones de salud. Así que no dudes en incorporar el deporte a tu rutina. En el caso de contar con una enfermedad, consulta en primer lugar con tu médico y seguramente entre los dos encontraréis una actividad que te resulte útil. En ningún caso hay que llevar una vida sedentaria, de sofá y comida rápida. Tu salud necesita motivaciones y reforzar sus defensas, cuando se trata de algo más complejo como puede ser un cáncer.