Los efectos de la envidia en nuestra salud física y mental
Este sentimiento es propio de personas con complejo de inferioridad
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La envidia es ese sentimiento de dolor y tristeza por el bien ajeno, el deseo de poseer algo que otra persona ya tiene en su poder. Podemos hablar de un sujeto, un bien material o algún aspecto intelectual de suma importancia. Es con la aparición de este pesar cuando el individuo pone su felicidad en manos de otras personas, siendo incapaz de empatizar y compartir su vida con el entorno que le rodea.
Sus efectos pueden ser devastadores para aquel que los sufra, no solo en el terreno mental, sino también en el físico. Ese rencor tan terrible y desmedido termina debilitando la salud del paciente, con resultados muy complicados de mitigar.
¿Cómo afecta la envidia a la salud emocional?
Las personas envidiosas suelen tener una baja autoestima, un miedo irrefrenable a sentirse inferiores a los demás. Esto provoca, a su vez, la soledad de no poder compartir sus experiencias con el resto del mundo. Entre los síntomas más habituales se encuentran también la frustración, la ira e, incluso, la rabia. Ninguna de ellas aporta nada constructivo al individuo y les impide avanzar, situándolo en una etapa de estancamiento emocional y personal.
No obstante, estas no son las únicas consecuencias de la envidia. A pesar de lo que muchos puedan pensar, sus efectos terminan por desencadenar también distintas dolencias y afecciones físicas.
La influencia de la envidia en nuestro cuerpo
- Uno de los signos más frecuentes es el dolor de estómago, que puede llegar a convertirse en una úlcera estomacal.
- La envidia hace que el sistema inmune se debilite, ocasionando infecciones, por ejemplo, en las vías respiratorias.
- Este continuo pensamiento puede generar también estreñimiento, trastornos del apetito o del sueño. Desencadenando, incluso, un cansancio crónico.
- El estrés resultante incita al cuerpo a producir más cortisol y adrenalina.
- Un estudio realizado por la Universidad de Helsinki relacionó la envidia con el bruxismo, el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes.
- Dolor de cabeza, fatiga, temblores, mareos, una mala circulación o la incapacidad de concentrarse son otras de las consecuencias de esa ansiedad que provoca la envidia.