Cómo correr con viento
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Antes de salir a correr siempre echamos un vistazo al cielo para comprobar si puede abrir el día o nos toca una sesión pasada por agua. Casi siempre estamos pendientes de la lluvia, temperaturas y humedad, pero pasamos por alto un factor esencial como es el viento. Se trata de una condición climática muy variable, ya que puede cambiar de dirección, disminuir o aumentar en cualquier momento. Por eso hay que estar preparado para soportar cualquier adversidad. En este artículo te explicamos cómo correr con viento.
Consejos esenciales
El viento nunca debería anular ningún entrenamiento excepto que ponga en peligro nuestra integridad física. Otra cosa bien distinta es que nos condicione, ya que lo más probable es que no se puedan soportar los ritmos que teníamos pensado hacer. Si tienes que hacer series o un entrenamiento rápido lo más normal es que lo desplaces para otro día, aunque tampoco pasaría nada si lo mantienes, sobre todo porque te servirá para adaptarte a todo tipo de condiciones y a lo mejor cuando vayas a competir te toca una prueba con viento.
Cuando el viento sea muy intenso, posiblemente no tenga mucho sentido entrenar con el pulsómetro, ya que la realidad estará alterada. No se corre igual con el viento a favor que con él en contra. Sería mejor escuchar al cuerpo. Aunque el viento no nos obligue a suspender la sesión, quizás si que habría que modificar los ritmos. Nos moveremos en función de las sensaciones, olvidándonos por completo del reloj y de la velocidad media.
Ayuda psicológica
A nivel psicológico, el viento puede resultar muy interesante. La fuerza que ejerce sobre nosotros cuando nos viene de frente y el sonido que atraviesa nuestros oídos, acabará por desgastarnos y en realidad eso nos obligará a sobreponerse a la adversidad. La fuerza mental desempeñará una labor esencial para que no dejemos el entrenamiento a medias. Bajaremos el ritmo e intentaremos adaptarnos a la fuerza del viento.
Todo lo que experimentemos en las sesiones preparatorias nos servirán de gran utilidad para el día de la carrera. No descartes que puedas encontrarte unas condiciones adversas en la competición.
Por lo general, casi todo prefiere correr con el viento a favor, sobre todo porque nos desgastará mucho más. Sin embargo, durante la pretemporada nos resultará más beneficio en viento en contra, que servirá para estimular la fuerza, mientras que durante la fase precompetitiva agradeceremos el viento a favor para ejercitar la velocidad.
Vestimenta
En las jornadas de mucho viento lo adecuado sería utilizar ropa ceñida, que se ajustase bien a nuestro cuerpo. Si nos quedan muy grandes los pantalones y la camiseta se generará una mayor resistencia al viento. Además hay que reforzar la hidratación durante estos días, ya que al secarse con más rapidez la piel se incrementa la sudoración.
Como acabamos de comprobar, las sesiones de running con viento también tienen su punto positivo. Si somos capaces de soportar esa resistencia, en los días normales correremos más deprisa y cómodos. No dudes en salir a entrenar en estas condiciones.