Ensalada de espinacas, pollo, granada y salsa agria

• 2 granadas grandes
• 225 g de azúcar
• 60 ml de zumo de limón
• 1 rama de canela

Elaboración:

La cantidad de espinacas y de pollo que empleemos dependerá del número de comensales que haya.

Comenzaremos partiendo las pechugas en dados o tiras gruesas. La forma que le demos al pollo dependerá de vuestro gusto. Salpimentamos y hacemos a la plancha en una sartén. Recomendación: Cuando cocinéis el pollo, procurad no aplastarlo ni pasarlo demasiado para que no quede muy seco. Reservamos.

A continuación prepararemos la salsa agria. Para ello, sacaremos los granos de las 2 granadas y los pondremos en una olla grandecita junto al resto de ingredientes (el zumo de limón, el azúcar y la ramita de canela).Consejo: Para desgranar la fruta bastará con que la partáis por la mitad y golpeéis suavemente en la cáscara, los granos se desprenderán con facilidad y no tendréis que hacer demasiada fuerza.

Esperamos a que cueza. Notareis que el líquido comienza a evaporarse y que la mezcla se hace cada vez más consistente. Cuando adquiera una textura similar a la del sirope, retiraremos del fuego, quitamos la ramita de canela y trituramos con el pasapurés (para que no nos queden restos de semillas en la salsa) para que el resultado sea suave y fino. Reservamos.

En un bol grande o en un cuenco de madera pondremos en la base las espinacas frescas, sobre ellas el pollo y, encima de éste, algunos granos de granada. Regamos con parte de la salsa agria y ya tendremos lista nuestra ensalada de espinacas, pollo y granada.

Fácil, sencilla y sana, ¿verdad?

Sugerencia: Servidla sin remover los ingredientes para que vuestros invitados vean los diferentes elementos de que se compone el plato y, si podéis, poned el resto de la salsa en algún cuenco para que cada uno se eche a su gusto.