Javier Cárdenas te cuenta hoy que Ximo Puig quiere una reforma electoral para rebajar el listón de entrada en las Cortes Valencianas de un 5% a un 3%. Esta es una antigua aspiración de Ximo Puig y sus socios de Gobierno (Compromís y Podemos), que en el tramo final de la actual legislatura se ha reavivado porque los sondeos sitúan precisamente a Podemos en su momento de mayor debilidad electoral en los últimos años. Una circunstancia que, de facto, supondría que el PP esté más cerca de alcanzar la mayoría absoluta con Vox, cifrada en 50 diputados. De modo que, en este tramo final, Ximo Puig ha retomado el proyecto. Sobre todo, tras la dimisión de la anterior síndica de Ciudadanos Ruth Merino, que renunció también a su escaño. Merino se marchó alertando de posibles pactos de la que hasta entonces era su formación con Compromís y, en general, con la izquierda valenciana.
Esto lo que muestra es el pánico que le sobrepasa al presidente regional, Ximo Puig, al igual que sus socios. Por eso mismo, al hecho de no decir palabra alguna sobre el caso Azud u otros escándalos se le ha unido una última artimaña y más aún viendo que los sondeos dan una leve pero progresiva ventaja hacia el bloque de centro-derecha de Partido Popular y Vox, la última intentona de la izquierda por conservar el poder pasa por reformar a última hora y de malos modos la ley electoral valenciana. Si esto acabase sucediendo, PP y Vox tendrían un extra de escaños que terminaría por romper la igualdad absoluta entre ambos bloques y decantaría la presidencia de la Generalitat hacia el centroderecha.