¿El valiente Iglesias?
Siendo secretario general del SUP, un comisario principal miembro de la Junta de Gobierno me invitó a una comida con un mando militar. Había sido comandante en Policía Nacional y seguía en asuntos de seguridad nacional. Este hombre, pidiendo absoluta confidencialidad, me facilitó un correo donde poder enviar mis análisis sabiendo que nunca habría respuesta ni serian cuestiones sindicales reivindicativas. Lo he hecho hasta años después de dejar la secretaría general. Incluso pensando que sería fácil copiar todo o parte de mis escritos y presentarlos como suyos no me importaba si podían influir en quien los leía.
Estos días, en un grupo de pocos amigos y compañeros de distintas ideas políticas en la red, tras conocerse la decisión de Iglesias de dimitir del Gobierno y presentarse como candidato en la comunidad de Madrid, uno de ellos (socialista, hay de Vox también) escribió “un tío valiente Pablo Iglesias”. La respuesta que le di es la que expongo y la que hubiera remitido a ese grupo de análisis de seguridad nacional.
Iglesias no es un valiente, al revés. Está aislado en el Gobierno de España. Sus políticas chirrían con nuestro modelo económico y el del capitalismo democrático de nuestro entorno, las democracias que nos van a dar/prestar 140.000 millones de euros. Sus políticas son incompatibles con la UE. Sus resultados electorales en Galicia y Cataluña han sido muy malos. Las previsiones en Madrid son que puede quedar por debajo del 5% y fuera de la asamblea. Las encuestas nacionales mantienen una caída sostenida en el tiempo que pueden hacerle perder relevancia en la gobernabilidad del país. No está arrastrando votantes del PSOE a Podemos, sino que van en sentido contrario.
Iglesias es ventajista, juega a ganador. Sea cual sea el resultado, partiendo del riesgo de quedar fuera de la asamblea todo serán ganancias. Si consigue sumar a Mas Madrid, habrá eliminado a su rival en Madrid, Errejón, y devuelto el sorpasso que sufrió. Decida lo que decida Errejón, su partido pierde. Si mantiene la candidatura habrá dividido el voto de la izquierda y quedado en evidencia su discurso contra la ultraderecha (inexistente) en Madrid, y si apoya a Iglesias se somete a su gran enemigo interno.
Ingenuo sería no tener en cuenta, aunque sea como posibilidad, que puede haber mezcla de argumentos políticos con personales. Solo hay que recordar cómo su pareja de entonces, Tania Sánchez, pasó de una ubicación en el congreso al “gallinero”. Existe el rumor en los medios de que sus relaciones de pareja están en crisis. Había sonado Irene Montero como candidata en Madrid. Con esta decisión el protagonismo es para Iglesias. Además, propone como vicepresidenta y sustituta en las generales al frente de Podemos a Yolanda Díaz. Si había alguna duda sobre si su sustituta iba a ser Irene Montero o Yolanda Díaz ya la ha resuelto. También desgaja el área de políticas sociales y propone un nuevo Ministerio con Ione Belarra para gestionarlas. No parece que haya contemplado su traspaso al Ministerio de Igualdad de su pareja.
Ahora falta conocer la reacción del PSOE. Este paso no lo da Iglesias lanzándose sin paracaídas. Debe tener el compromiso del PSOE, Pedro Sánchez, de que si les dan los números él será el presidente del Gobierno, aunque obtuviera más votos Gabilondo. Eso supondría subordinar la estrategia del PSOE a la de Iglesias y Podemos. Si el PSOE no mueve ficha su sumisión a esa estrategia será evidente. De lo contrario, todavía está a tiempo de buscar un cabeza de lista que sacuda a sus votantes, alguien como Manuela Carmena. ¿Habrá reacción?