Sin cesiones a los golpistas no habrá Presupuestos
Pese a que desde el PSOE insisten en que el pacto con Esquerra no asegura su apoyo a los Presupuestos de 2020, una condición que para el PSOE era imprescindible, lo cierto es que en el Gobierno son moderadamente optimistas y creen que, a medida que avance el proceso de diálogo, los separatistas catalanes apoyarán las cuentas generales del Estado. Superada la investidura, la próxima china en el zapato de Pedro Sánchez serán los Presupuestos, que desde 2017 se vienen prorrogando. Es por eso que durante las negociaciones, socialistas y separatistas fueron más allá de la investidura. El PSOE es consciente de que tiene que seguir ganándose la confianza de ERC (el gesto de nombrar a Dolores Delgado fiscal general del Estado es un nuevo guiño a los independentistas), porque una eventual negativa a apoyar las cuentas, como ha advertido Miquel Iceta, significaría que «si no salen adelante, habremos hecho un esfuerzo para nada».
El problema para Sánchez es que el sector más duro de ERC, el que lidera la prófuga Marta Rovira, ya ha dejado claro que el respaldo a Sánchez debe ser a cambio de cesiones concretas. Y no efímeras. Y esos puntos concretos apuntan a dos materias: lo que ellos llaman “desjudicializar” el “conflicto” en Cataluña, y permitir el referéndum separatista. “Desjudicializar” el “conflicto” significa que los condenados y los que lo pueden estar en el momento en el que queden bajo el radio de acción de la Justicia española, queden libres de condenas o, cuando menos, fuera de las prisiones.
Ese el temor de Sánchez, que el paisaje político catalán se enrede por la pugna entre independentistas y, llegado el momento -su intención es llevar los Presupuestos a Consejo de Ministros el próximo marzo-, los sectores más duros del separatismo se hagan fuertes y frustren sus expectativas. Es lo que tiene haber llegado al Gobierno de España con el apoyo de los que a España les importa «un comino». Golpistas, proetarras y demás fuerzas contrarias al marco constitucional que han olido la debilidad del jefe del Ejecutivo y van a cobrarse muy caro su apoyo. Eso pasa por traficar con la dignidad de España y de los españoles.