Con Monedero hemos topado
Leo sin extrañeza unas declaraciones de Monedero, padre putativo de Podemos, sobre las cuentas de la Iglesia y la decisión del Tribunal de Cuentas de no fiscalizar el dinero que la institución recibe del Estado. Afirma, con un alto grado de desconocimiento y demagogia, que tampoco le extraña que los españoles estén financiando esas «cuevas de odio» que son 13TV o COPE: «La fiscalización serviría para saber adónde van los dineros». Conocí a Monedero hace 30 años siendo estudiantes de Ciencias Políticas. Nos unía la pasión por la política desde abismales diferencias ideológicas y nos separaba el hecho de que yo estudiaba mientras el defensor de “lo público” y de las clases más humildes ya se dedicaba a convocar paros y huelgas, perjudicando a quienes no podían costearse una universidad privada que, paradójicamente, —típico en la izquierda— eran aquéllos a quienes decía y dice defender.
Este ínclito intelectual bolivariano necesita al Tribunal de Cuentas para que le aclare “los dineros de la iglesia”. Me permito pues resumir brevemente al Sr. Monedero lo que le deja sin dormir: la Iglesia ahorra al Estado más de 30.000 millones de euros al año con su labor asistencial en educación, sanidad y mantenimiento del Patrimonio Cultural. Si no se ocupara de dichas labores, el Estado, es decir, nosotros, deberíamos afrontar tal cantidad. En su labor asistencial, cuenta con centros que cuidan a marginados sociales, sin techo, exprostitutas y exdrogadictos, así como orfanatos, con un ahorro para el Estado de cerca de 300 millones de euros, sumando otros 240 por la labor de entidades como Cáritas o Manos Unidas. En educación, con 5.140 centros de enseñanza concertada existentes, y más de un millón de alumnos, el Estado se ahorra más de 4.200 de euros.
Recordemos que, i) lo que el Estado aporta por plaza es inferior a su coste real si fuera en la pública, por lo que el resto se lo ahorra, y que ii) un colegio concertado católico recibe dinero del Estado no por ser católico, sino por ser colegio y ofrecer servicios, por lo que cualquier otro colegio con otro tipo de ideario religioso, cumpliendo la normativa, recibiría igual cantidad por plaza y servicio. En materia sanitaria, el erario público se ahorra cerca de 6.000 millones y si añadimos los dispensarios, asilos y otros centros de atención social o sanitaria deberíamos sumar otros 4.200 millones. El vasto patrimonio cultural gestionado por la Iglesia, de no poca polémica en los últimos tiempos, permite disfrutar a todos los ciudadanos de un incalculable y valioso tesoro protegido y conservado por el pueblo cristiano durante siglos. Son 22 bienes culturales Patrimonio de la Humanidad y más de 3.200 inmuebles de interés cultural repartidos por todo el territorio nacional. La citada presencia cubre el 80% del gasto de conservación y mantenimiento del Patrimonio histórico-artístico español.
Quedaría por sumar la casi totalidad de las personas que trabajan o colaboran con la Iglesia y que son voluntarios, no cobrando nada a cambio del trabajo. Por si al Sr. Monedero todavía le quedan dudas, recordarle que la Iglesia recibe del Estado la cantidad que los contribuyentes asumen voluntariamente marcando la casilla en el IRPF. Este sistema se aumentó con el gobierno de Zapatero del 0,5 al 0,7 actual y supuso la renuncia de la Iglesia al llamado “complemento presupuestario” por el pago del IVA. Monedero, político prominente, debe saber que el régimen fiscal de la Iglesia, incluido el pago del IBI, es el mismo que el del resto de instituciones que están bajo la Ley de Mecenazgo, como los partidos políticos, sindicatos y el resto de las confesiones religiosas, situación avalada por varias sentencias del T. Supremo y el Constitucional. Su anacrónica ideología anticatólica no le permite ver más allá. El anticlericalismo que se instaló en la izquierda desde el siglo XIX muchas veces ha conllevado expresiones de enorme violencia. Alimentado por tópicos y falsedades, otras muchas más proviene del odio, la ineptitud y la ignorancia.