La Junta Electoral debe actuar contra Iglesias

La Junta Electoral debe actuar contra Iglesias

La campaña electoral que acaba de concluir ha tenido un par de momentos singularmente anómalos; nos referimos a los dos debates celebrados en TVE y Atresmedia. Junto a los cuatro líderes presentes, hubo un notorio quinto ausente, Santiago Abascal. A la ciudadanía le hubiera gustado verle argumentar cuando todas las encuestas coinciden en que Vox tendrá un papel relevante en la legislatura a punto de comenzar. Sin embargo, la Junta Electoral decidió que Abascal no podía acudir a los debates. El motivo: Vox aún no es un partido a nivel nacional –sí lo es en el ámbito regional. Podemos tampoco era un partido nacional en 2015, aunque ya tenía presencia en Europa, y sin embargo Iglesias, a diferencia de Abascal ahora, no tuvo impedimentos que coartasen su presencia en el plató.

Confiamos en que este rigor la Junta Electoral lo muestre ahora hacia Pablo Iglesias desde el momento en que el líder podemita, en plena jornada de reflexión, ha organizado el visionado de dos cintas de contenido ecofeminista en una sala de cine con el descarado propósito de seguir transmitiendo mensajes electorales. El montaje, de burdo, produce sonrojo. Iglesias busca aprovechar la atención que suscita como figura pública para convertir su asistencia a un acto de ocio en un acto con claro contenido político; y al hacerlo en plena jornada de reflexión, monopolizar la cobertura y la atención de los medios de comunicación.

El Régimen Electoral General es taxativo al respecto. Tras las 12 de la noche del último día de campaña, queda prohibido a cualquier partido organizar acto alguno que implique la difusión de propaganda. Y esto, punto por punto, es lo que quiere hacer Iglesias en la Sala Mirador de Madrid en compañía de otros candidatos de la lista de Podemos y sus confluencias. El descaro llega a tal punto que algunos de los protagonistas de Return, uno de los dos documentales que tiene previsto proyectar, son políticos de Izquierda Unida. El Estado de Derecho no admite cláusulas ni excepciones y una campaña para unas elecciones generales tiene que desarrollarse, de principio a fin, cumpliendo las más altas exigencias democráticas. Solo así el resultado de la votación tendrá legitimidad plena. A la Junta Electoral le corresponde actuar con urgencia.

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