Contra el yihadismo hay que estar unidos
La unión política e institucional contra el terrorismo yihadista es perentoria en estos momentos. Lo dijo el pasado miércoles Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados y no es un asunto baladí. De hecho, junto con el desafío secesionista, son los dos temas más importantes de nuestro contexto actual. Los asesinos del Estado Islámico no sólo buscan sembrar nuestras calles de muerte y destrucción, también quieren destruir la parcela económica y a partir de ahí, supeditar nuestro modo de vida. Los abyectos ataques de Barcelona y Cambrils han frenado el crecimiento turístico en Barcelona, un sector que a nivel nacional genera 110.000 millones de euros a la economía española y supone más del 11% del PIB. Según un estudio del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, las reservas de vuelos internacionales a la capital catalana han caído en más de tres puntos porcentuales desde los ataques del pasado 17 de agosto. El Gobierno, con el ministro Álvaro Nadal a la cabeza, ha reaccionado con diligencia para tratar de solucionar este problema.
La reunión entre Nadal y el consejero de Empresa y Conocimiento de la Generalitat, Santi Vila, resulta esperanzadora por la sintonía que ambos han mostrado durante la misma. A pesar de lo difícil que lo están poniendo desde el Ejecutivo autonómico con todo el tema de la independencia y del referéndum ilegal, el titular de Turismo ha tenido el suficiente sentido de Estado como para reunirse con Vila y establecer estrategias conjuntas de cara a impulsar campañas de promoción turística para Barcelona y la Costa Dorada. Según han confesado ambos protagonistas, el encuentro ha sido un éxito. Prueba de que si ambas partes quieren entenderse resulta muy fácil desarrollar iniciativas interesantes y fructíferas. El turismo es sinónimo de crecimiento económico —previsto a más del 3% durante 2017— creación de empleo, consumo y, en general, prosperidad para todo el país. Si los secesionistas fueran conscientes de que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa y trabajaran por el bien ciudadano y no por el propio, nos iría mucho mejor a todos.