Clima político, cambio climático
El año 1200 habitaban la Tierra 450 millones de personas. El año 1650 éramos 500 millones. En 1900 éramos 1.656 millones y este año, un siglo después, alcanzaremos los 8.000 millones. Sumen industrialización, estado de bienestar, vehículos, aviones, ganaderías, etc. y se puede concluir racionalmente que el clima esté cambiando, pero no que eso provoque los incendios. La inmensa mayoría son intencionados, otros accidentales y si el monte arde con más virulencia ahora es por decisiones políticas que impiden desbrozar y limpiar… para proteger lagartijas. Los gobiernos autonómicos y estatal son responsables por la falta de inversión que prevenga los incendios. No es el cambio climático, es el error de las políticas aplicadas.
Con la excusa del cambio climático se exigen renuncias a la ciudadanía. Si hay que hacer sacrificios, Sánchez debe eliminar los privilegios en los que vive la casta política con nuestro dinero. Cerrar o alquilar Moncloa y los demás palacios, no utilizar aviones y helicópteros y eliminar la flota de coches oficiales. Imponer a la Administración, estatal, autonómica y local, no utilizar coches oficiales, ni viviendas, ni escoltas, ni conductores, ni percibir retribuciones que no declaren a Hacienda (la mayoría de diputados), cesar a los muchos miles de enchufados en todas las administraciones y cerrar muchos miles de chiringuitos/mamandurrias.
Cambio revolucionario, pero solo después podría empezar a exigir sacrificios. Ningún político que viaje contaminando con aviones, helicópteros, coches, viva en lugares que pagamos todos con luz, agua, servicio, veranee en palacios etc… tiene legitimidad moral para exigir renuncias a los demás. Mientras no prediquen con el ejemplo no deberíamos secundar ninguna medida contra el cambio climático ni la agenda 2030. Gobierne Sánchez o Feijóo, resistencia cívica contra la élite feudal parasitaria que malversa los recursos de la nación. ¿Qué leyes autorizan el vigente nivel de derroche de nuestro dinero para vivir como maharajás? ¿Dónde está “legalizada” esta malversación?
La práctica política española es pringosa, sucia, inmoral… peor que con Franco porque donde había un derrochador hoy son 10.000 dilapidando la riqueza del país. El presidente (“no es no”, “no podría dormir tranquilo”, “no pactaré con Bildu”) no tiene credibilidad. Nombra ministros que celebran dictaduras comunistas (Garzón) o secretario de Estado que asesinaría a la familia real española como hicieron los bolcheviques Rusia. Un año después ha sido cesado por ajustes de cuentas entre comunistas, mientras la casta política y sus medios de comunicación (la mayoría obedientes al pensamiento único talibán bien subvencionado), permanecen impasibles. En España es más urgente cambiar el clima político que frenar el cambio climático.
Presidentes y primeros ministros de países democráticos hacen la compra en el supermercado (Alemania), viajan en transporte público (Portugal) o van al trabajo en bicicleta (Países Bajos), entre otros. ¿Han visto eso alguna vez en España? Es obsceno compararlos con Sánchez y su nivel de vida, con la ministra de Igualdad y sus asesores (“nombrar a un amigo en cargo público es corrupción”, dijo), o con su viaje con amigas/asesoras en avión oficial a Estados Unidos. Otro viaje en avión, de la vicepresidenta segunda con siete asesores a ver al Papa, dice el Gobierno que costó 224 euros. Combustible, mantenimiento, pilotos, hoteles, comidas, dietas… eso no se suma. Esta forma de contar califica al Gobierno. Sánchez viajó a Extremadura desde Madrid en helicóptero; un avión viajó vacío. Volvió en avión y el helicóptero volvió vacío. Envió una flota de coches vacíos por carretera ida y vuelta para utilizarlo unos pocos kilómetros. Ni un jeque multimillonario se comporta así. ¿Esto no es malversación de fondos públicos? ¿Por qué han sido condenados Chaves y Griñán?
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