Ciudadanos de primera y de segunda, pensionistas de primera y de segunda

pensiones País Vasco

Pedro Sánchez no sólo está decidido a permitir que el Estado se humille ante los separatistas con una Ley de Amnistía que borra delitos y anula multas impuestas a los impulsores de aquel 1-O en Cataluña. Su catálogo de cesiones a cambio de votos para no tener que desprenderse de su Moncloa y de su Falcon incluye también las dádivas otorgadas a los nacionalistas vascos, que suponen que se crearán ciudadanos de primera y de segunda a la hora de pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, y que habrá pensionistas de primera y de segunda a la hora de cobrarlas.

Pedro Sánchez ha aceptado la petición del PNV: traspasar la gestión de la Seguridad Social al País Vasco a cambio de cinco votos para su investidura. Esto, más allá de las evidentes dificultades técnicas para que se lleve a cabo, supone la total quiebra de la igualdad entre los españoles. El Gobierno vasco pretende bonificar las cotizaciones sociales de las empresas vascas y subir la pensión de los residentes en su comunidad. Es decir, que a mismo salario, un ciudadano vasco pagará menos y cobrará más cuando se jubile.Esta medida, además, crearía una clara ventaja competitiva para las compañías domiciliadas en el País Vasco frente a las del resto de España.

Gracias al socialista Sánchez, los españoles ya ni son iguales ante la ley, ni lo son ante su jubilación, dependiendo de dónde vivan. Pero es que no se queda ahí la cosa. Esta jugada ahondaría en el déficit de la Seguridad Social en la región vasca, que el Gobierno vasco no va a asumir. La compensación saldría de las arcas del Estado español, es decir, del dinero aportado por cada uno de los españoles para pagar la fiesta de Sánchez.

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