Buscan calvos para regalarles lotería de Navidad: la administración que quiere devolverles la suerte

Una administración de lotería de Sant Boi (Barcelona), llamada Loterías Gaia, está sorteando 25 décimos con un único requisito: ser calvo. Bajo el lema «el décimo de los calvos», sortean varios décimos del número 54.700. Su objetivo, dicen, es «devolver a todos los calvos la suerte que han repartido».

«Queríamos devolverles la suerte que llevan repartiendo muchos años. Premiarles por repartir tanta suerte y devolverles esa fortuna a ellos», ha dicho una de las trabajadoras de esta administración de loterías.

Esta propuesta ha sido todo un éxito.De hecho, desde este lunes hay cola para participar en este sorteo. Cabe destacar, además, que en la administración hay una persona calva que permite que los clientes froten el décimo sobre su cabeza para que les dé suerte.

La tradición de la lotería y los calvos

Y es que existe una tradición que relaciona a las personas calvas con la lotería de Navidad, ya que, desde 1998 hasta 2005, hubo una serie de anuncios en los que Clive Arrindell, o más conocido como el Calvo de la Navidad, aparecía al final de los comerciales y repetía siempre la siguiente frase: «Que la suerte te acompañe», desde ese momento, se tiene la creencia de que las personas calvas dan suerte a la hora de escoger el décimo de la lotería.

Finalmente, Loterías y Apuestas del Estado decidió prescindir de Arrindell, ya que señalaron que su presencia «ensombrecía a la marca». Eso sí, le pagaron casi 500 millones de euros por los cuatro años de anuncios que no llegó a rodar.

Otras supersticiones con la lotería

Además de frotar los décimos en los calvos, existen otras muchas teorías o supersticiones que rodean a la lotería de Navidad. Éstas son algunas:

• Frotar el décimo en las embarazadas: ya no sólo es a los calvos, sino que otra fuente para tener suerte el día que se repartan los premios es frotar nuestro boleto en una embarazada para que bendiga el número.
• La lotería siempre se tiene que pagar: otra de las costumbres que llega con este sorteo es la de compartir y regalar décimos, pero entre los supersticiosos esto está mal hecho y es por ello por lo que se argumenta la frase «la lotería hay que pagarla», sino el décimo estará negado a la suerte y será imposible que resulte agraciado.
• Las fechas: hay quien juega siempre al mismo número, ya sea por tradición, o porque alguna vez tocará, pero los hay quien creen que tener cinco dígitos que impliquen una fecha histórica da suerte. Nacimientos, aniversarios y resultados deportivos son los días más comunes para afrontar el sorteo.
• La forma en la que recibimos el décimo: una vez elegido el número, muchas personas creen que se debe tocar primero con la mano derecha y con el número boca abajo, de forma que los dígitos no puedan hacerse visibles. De esta forma, al no ver la que podría ser la mayor de las suertes, se estaría rechazando ya la negatividad del número.