Meliá Granada: el arte de hospedarse en una ciudad que enamora

Granada es una ciudad que no se visita, se vive. Cada rincón, cada callejuela, cada puesta de sol sobre la Alhambra tiene el poder de dejar una huella imborrable en quien la descubre. En el corazón de esta joya andaluza, encontramos hotel Meliá Granada, que se presenta como el punto de partida ideal para sumergirse en su magia.
Ubicado en la céntrica calle Ángel Ganivet, el Meliá Granada ha sido durante décadas un referente en la ciudad. En los últimos años, con espacios modernizados, ha elevado la experiencia de alojamiento a un nuevo nivel, sin perder la esencia de la hospitalidad española que caracteriza al grupo Meliá. El hotel ha sabido combinar tradición y vanguardia, ofreciendo a sus huéspedes un entorno elegante, acogedor y profundamente conectado con el alma granadina.
Una de las grandes apuestas del Meliá Granada es el servicio The Level, una experiencia premium que incluye habitaciones superiores, atención personalizada y acceso exclusivo al The Level Lounge. Este espacio, situado en la última planta del hotel, ofrece una de las vistas más privilegiadas de la ciudad: la Alhambra se alza majestuosa frente a la terraza, convirtiendo cada momento en una postal viva. Es el lugar perfecto para relajarse, disfrutar de una copa y dejarse envolver por la belleza de Granada desde las alturas.
La experiencia se completa con una propuesta gastronómica que convierte al hotel en un destino culinario por sí mismo. El restaurante Nervio by Periko Ortega es una oda a la cocina del sur, reinterpretada con técnica contemporánea y una sensibilidad que conecta con los recuerdos y las raíces. Cada plato es una historia contada con ingredientes locales, sabores reconocibles y un toque de osadía. Por su parte, Pecorino ofrece una propuesta versátil y cosmopolita, con desayunos internacionales y una carta pensada para satisfacer todos los paladares a lo largo del día.
Pero alojarse en el Meliá Granada es también abrir una puerta a la ciudad. Granada es mucho más que la Alhambra —aunque esta maravilla nazarí sea su emblema indiscutible—. Es perderse por el Albaicín, con sus calles empedradas y casas encaladas que parecen suspendidas en el tiempo. Es descubrir el Sacromonte, donde el flamenco resuena en cuevas que guardan siglos de historia. Es pasear por la Carrera del Darro, una de las calles más bellas de Europa, bordeando el río que serpentea entre palacios y leyendas.
La ciudad también invita a explorar su legado renacentista en la Catedral de Granada y la Capilla Real, donde descansan los Reyes Católicos. Y para quienes buscan naturaleza y aventura, Sierra Nevada se encuentra a pocos kilómetros, ofreciendo rutas de senderismo, deportes de invierno y paisajes que quitan el aliento.
Granada es una ciudad que se saborea, se contempla y se siente. Y el Meliá Granada es el lugar donde esa experiencia comienza con estilo, confort y una conexión auténtica con el entorno. Porque en Granada, cada día es una historia por descubrir, y cada noche en el Meliá, una forma de vivirla con intensidad.