Salud

Dieta de la miel: Así cambia tu cuerpo al tomar una cucharada de miel al día

Cucharada miel
Torrijas con miel
Blanca Espada

La miel es uno de los alimentos más antiguos y apreciados por la humanidad. Desde tiempos remotos, las abejas nos han regalado este dulce néctar que no solo endulza nuestro paladar, sino que también nos aporta numerosos beneficios para la salud. ¿Sabes qué pasa si tomas una cucharada de miel al día? Te lo contamos a continuación centrándonos además en la llamada «dieta de la miel» desarrollada por un nutricionista.

Tomar una cucharada de miel al día: así cambia tu cuerpo

La miel es un producto natural que se obtiene del néctar de las flores y de las secreciones de las propias abejas. Estas lo transportan, lo concentran y lo almacenan en los panales, donde madura hasta convertirse en la miel que conocemos.

La composición de la miel es muy rica y variada, ya que contiene carbohidratos (principalmente fructosa y glucosa), enzimas, antioxidantes, aminoácidos, vitaminas, minerales, ácidos orgánicos y otros compuestos vegetales bioactivos. Todos estos nutrientes le confieren a la miel unas propiedades únicas que la hacen un alimento muy completo y saludable.

Pero además, en los últimos tiempos, la miel se relaciona también con el hecho de servir para perder peso.

Así es la dieta de la miel

La que ya se conoce como «dieta de la miel», es  una dieta creada por el nutricionista Mike McInnes, que se basa en el consumo de miel como sustituto de todos los azúcares refinados y como potenciador del metabolismo y la quema de grasa.

Según McInnes, la miel tiene la capacidad de regular el azúcar en la sangre, reducir el estrés metabólico, promover la recuperación del sueño, mejorar la función cerebral, fortalecer el sistema inmunológico y prevenir o aliviar las alergias.

La dieta de la miel consiste en tomar una cucharada de miel antes de acostarse, lo que supuestamente «desconecta» los mecanismos del cerebro que hacen que te apetezca dulce y permite quemar grasa durante la noche. Además, se recomienda seguir una alimentación equilibrada y hacer ejercicios de resistencia simples y fáciles.

McInnes afirma que con esta dieta se puede perder hasta 2 kilos por semana, sin contar calorías ni pasar hambre. Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde sus afirmaciones, por lo que se debe tomar con precaución y consultar con un profesional médico antes de seguirla.

¿Cómo se beneficia mi cuerpo si tomo una cucharada de miel diaria?

Pero además de usar esta cucharada de miel para seguir la dieta mencionada, debes saber que como McInnes comenta, la miel está repleta de beneficios para nuestra salud, tanto física como mental. Algunos de los más destacados son:

  • Potencial antibacteriano: La miel tiene la capacidad de inhibir el crecimiento de bacterias patógenas, gracias a su contenido en peróxido de hidrógeno, flavonoides y ácidos fenólicos. Esto la hace útil para tratar infecciones, heridas, quemaduras y úlceras en la piel.
  • Fuente natural de antioxidantes: Los antioxidantes son sustancias que protegen a nuestras células del daño causado por los radicales libres, que pueden provocar enfermedades como el cáncer, el alzhéimer o las enfermedades cardiovasculares. La miel es rica en una amplia gama de componentes fenólicos como la quercetina, el ácido gálico o el ácido cafeico, que le otorgan un gran poder antioxidante.
  • Regula el azúcar en la sangre: A pesar de ser un alimento dulce, la miel tiene un índice glucémico moderado, lo que significa que no eleva tanto el nivel de azúcar en la sangre como otros edulcorantes. Además, la fructosa que contiene ayuda a regular la liberación de glucosa en el hígado, evitando así los picos y las caídas de glucosa1 . Por eso, la miel puede ser una buena opción para las personas con diabetes o prediabetes, siempre con moderación y bajo supervisión médica.
  • Promueve la recuperación del sueño: La miel puede ayudarnos a dormir mejor por varias razones. Por un lado, al tomarla antes de acostarnos, le proporcionamos al cerebro glucosa suficiente para evitar que se active durante la noche. Por otro lado, la miel estimula la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo del sueño1 . Además, la miel tiene un efecto relajante y antiestrés que nos ayuda a conciliar el sueño más fácilmente.
  • Mejora la función cerebral: La miel también puede beneficiar a nuestra salud mental y cognitiva. Por un lado, al mejorar el sueño y reducir el estrés, favorece el buen funcionamiento del cerebro. Por otro lado, al aportar glucosa y antioxidantes, nutre y protege a las neuronas del deterioro y el envejecimiento. Asimismo, la miel puede mejorar la memoria y el aprendizaje, al estimular la producción de acetilcolina, un neurotransmisor esencial para estos procesos.
  • Fortalece el sistema inmunológico: La miel también puede reforzar nuestras defensas naturales contra las enfermedades, al tener un efecto inmunomodulador. Esto significa que la miel puede estimular la actividad de los glóbulos blancos, que son los encargados de combatir las infecciones y los agentes extraños. Además, la miel puede prevenir o aliviar los síntomas de las alergias, al actuar como un antihistamínico natural .

¿Cómo tomar la miel?

Para aprovechar al máximo los beneficios de la miel, es importante elegir una miel de buena calidad, preferiblemente ecológica y cruda, que no haya sido sometida a procesos de calentamiento o filtrado que puedan alterar sus propiedades.

Ya comentamos que si deseas perder peso, puedes tomarla por la noche como se recomienda en la dieta de la miel, pero también se puede tomar por las mañanas, disuelta en una na cucharada en un vaso de agua tibia o en una infusión de hierbas. También se puede añadir a los yogures, los cereales, las frutas o las tostadas. Eso sí, hay que tener en cuenta que la miel sigue siendo un alimento calórico y azucarado, por lo que no se debe abusar de su consumo y con esa cucharada bastará.

Como puedes ver, la miel es un alimento maravilloso que nos ofrece la naturaleza y que podemos incorporar a nuestra dieta para mejorar nuestra salud y bienestar. Sin embargo, hay que recordar que no es un sustituto de los medicamentos ni de una alimentación equilibrada, sino un complemento natural que puede potenciar sus efectos. Ante cualquier duda o problema de salud, lo mejor es consultar con un profesional médico.

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