Quim Torra convirtió el Centro Cultural Born en un refugio de chanchullos

Quim Torra
El candidato a presidente de la Generalitat Quim Torra.

El principal hito en la carrera política del candidato a la Presidencia de la Generalitat Quim Torra fue su etapa como director del Born Centre Cultural, que el Ayuntamiento de Barcelona gobernado entonces por el alcalde Xavier Trias pretendía convertir en un templo del independentismo.

Desde este organismo del Consistorio de Barcelona, el xenófobo Quim Torra también fue uno de los máximos responsables de la celebración de los fastos del Tricentenario de 1714. El acto central fue el simposio titulado «España contra Cataluña: una mirada histórica (1714-2014)», con un ciclo de conferencias dedicado a alimentar el principal mito del independentismo: el de la supuesta pérdida de libertades de Cataluña (en realidad, privilegios cuasifeudales de las clases acomodadas) a raíz de la disputa dinástica entre Felipe V y el archiduque Carlos de la Casa de Austria.

Pero la labor de Quim Torra en el Ayuntamiento de Barcelona no se limitó a alimentar el odio contra el resto de españoles. También convirtió el Born Centre Cultural en un chiringuito de chanchullos y corruptelas. Significativamente, las dos Administraciones implicadas en los fastos designaron a dos humoristas de televisión como comisarios del Tricentenario: el Ayuntamiento eligió al presentador de TV3 Toni Soler y la Generalitat a Miquel Calzada, conocido en televisión como Mikimoto.

El comisario designado por Quim Torra, el actor Toni Soler, actúa en sus programas de TV3 como un auténtico hooligan del independentismo. A través de las redes sociales ha expresado su deseo de que «un tráiler atropelle sucesivamente a todos los miembros» del Tribunal Supremo y ha calificado de «criminales» a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil que participaron en el operativo del 1-O.

Imputado por defraudar a Hacienda

Su productora, Minoría Absoluta, no sólo se lucra con los contratos millonarios de TV3. Durante los últimos tres años, ha recibido más de 650.000 euros en subvenciones de la Generalitat y otros 363.000 euros del Ministerio de Cultura.

Por su parte, el Ejecutivo de Artur Mas insistió en que Miquel Calzada no cobraría ni un solo euro por su labor como comisario del Tricentenario. Sin embargo, tan sólo dos meses antes de que se iniciaran los fastos del Tricentenario, la Generalitat adjudicó contratos por importe de 300.000 euros a Flaix FM y Ràdio Flaixback, la cadena creada por el propio Mikimoto y Tatxo Benet, el socio del millonario Jaume Roures en Mediapro.

Poco después, Miquel Calzada (que fue miembro de la candidatura Junts pel Sí encabezada por Artur Mas en las elecciones autonómicas del 27S), fue imputado por defraudar a Hacienda. Para desgravarse fraudulentamente el IVA, el comisario de la Generalitat cargó como gastos profesionales de su empresa la pensión que pagaba a su ex mujer.

Al declarar como imputado ante el Juzgado de Instrucción número 25 de Barcelona, el comisario de la Generalitat culpó de esta trampa a su asesor fiscal. Y este, a su vez, aseguró ante la juez que se había limitado a cumplir las instrucciones del propio Miquel Calzada.

La «zona cero de los catalanes»

La Generalitat de Artur Mas no sólo utilizó el Tricentanario de 1714 como coartada histórica de su referéndum ilegal de independencia del 9N. También aprovechó para comprar el respaldo de decenas de medios de comunicación: el Ejecutivo autonómico gastó 3,6 millones de euros en campañas de publicidad institucional para dar a conocer los fastos del Tricentenario.

Entre las empresas favorecidas por estos contratos se encontraba una de las productoras que trabajan habitualmente para TV3, Triacom Audiovisual, cuyo gerente, Oriol Carbó, está investigado por pagar 200.000 euros a la mujer de Oriol Pujol Ferrusola. La juez que investiga la causa sospecha que esta cantidad corresponde realmente al pago de comisiones al hijo de Pujol, que ya ha aceptado una pena de dos años y medio de cárcel por el caso ITV.

Los gastos del Tricentenario también sirvieron para que el alcalde de Barcelona Xavier Trias (quien finalmente ha tenido que reconocer que ocultaba una cuenta en Suiza) gastara 84 millones de euros en las obras del remodelación del Centre Cultural Born, para exponer los restos arqueológicos hallados de la Barcelona del siglo XVIII.

El encargado de gestionar el proyecto, Quim Torra, convirtió el antiguo mercado en un templo soberanista. El centro cultural se inauguró con una exposición sobre el asedio al que las tropas de Felipe V sometieron a la ciudad de Barcelona durante la Guerra de Secesión.

El hoy candidato a presidente de la Generalitat Quim Torra no tuvo ningún rubor en calificar este edificio como «la zona cero de los catalanes», comparando la derrota militar de 1714 con los atentados del 11M. De nuevo, carísima propaganda (84 millones de euros públicos costó el capricho de Xavier Trias y Quim Torra) para fomentar el odio contra los españoles.

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