Investidura Cataluña

El radical Torra fracasa en su investidura y queda en manos de la CUP

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Quim Torra, el candidato propuesto por Carles Puigdemont a la presidencia de la Generalitat, ha fracasado en su primer intento de ser investido, para el que necesitaba de una mayoría absoluta, imposible con la abstención anunciada de la CUP.

El voto de los antisistema, el próximo lunes, será imprescindible para que la investidura prospere. Entonces, a Torra le bastaría la mayoría simple de los votos, por lo que el apoyo de su grupo parlamentario y de ERC sería suficiente, siempre contando con que los cuatro diputados de la CUP se abstuviesen, una opción que a día de hoy no está nada clara. Los ‘cuperos’ reúnen este domingo a su Consejo Político para decidir si avala o rechaza la candidatura, entre las dudas de varias asambleas territoriales, entre ellas de de Barcelona, que rechazan el cariz “autonomista”de Torra.

Los radicales reclaman al aspirante que retome la senda de la unilateralidad y la desobediencia, una vía que Torra no ha descartado, aunque sí ha pedido hacerlo según “el momento y la oportunidad”. Torra ha tratado de rectificar en el turno de réplica asegurándoles que no ha venido a «hacer autonomía» sino república.

«Desde la máxima radicalidad posible»

En su primera intervención, el candidato de Puigdemont hiló un discurso muy crítico contra el Estado, al que acusó de forma reiterada de «represión» y de impedir la «voluntad» de los catalanes, expresada en el referéndum ilegal. Torra insistió en su intención de iniciar un «proceso constituyente que desembocará en la elaboración de una Constitución catalana» y prometió la “construcción de un país con la máxima radicalidad posible».

«Me pregunto ¿a quién puede darle miedo que nuestro país se construya desde la máxima radicalidad posible?», se cuestionó retóricamente en un momento de su intervención.

Torra arremetió contra el Gobierno central, contra el Rey-«Majestad, así no»-y apeló a la mediación europea, a través de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.

El candidato dejó claro desde el principio su vocación de presidente provisional, y designado por Puigdemont, de quien dijo, hará todo lo posible para que sea investido.

«Puigdemont debería ser quien haga hoy el discurso de investidura. Puigdemont deberá ser quien, lo antes posible, lo haga. Es quien cuenta con el voto favorable de la mayoría absoluta de la Cámara», aseguró.

El candidato propuso al Gobierno de Mariano Rajoy un diálogo «sin condiciones y de gobierno a gobierno», que rechaza La Moncloa. Desde el Ejecutivo destacaron, en un duro comunicado, la nula voluntad de acuerdo del candidato asegurando que «cualquier vulneración del marco constitucional será respondida».

Xenófobo, radical, fundamentalista…

Los grupos de la oposición ha cargado contra el perfil radical del candidato, evidenciado en algunos ‘tuits’ publicados (y eliminados) hace años en los que exhibía su odio hacia los españoles.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, se mostró muy crítica. «Usted no ha venido a dirigir un gobierno, ha venido a dirigir un CDR», le espetó en un momento de su intervención. Según Arrimadas, «cualquier persona que haya dicho estas barbaridades hacia cualquier otra nacionalidad o raza no podría estar sentado en este Parlament para ser investido presidente en ningún país».

Miquel Iceta lamentó también el perfil “fundamentalista” del candidato y le ha reclamado apostar por el diálogo y cumplir la ley. “La vía unilateral e ilegal fracasó, ha tenido unos costes enormes. Por eso, cuando les oigo hablar tan alegremente de proceso constituyente y República, pienso que nos haremos daño», advirtió el líder del PSC. «No nos gustaría que decaiga el 155 si es para, en vez de dirigirnos desde Madrid, nos dirijan desde Berlín o desde Waterloo», reprochó. Los socialistas catalanes destacaron que Torra será president «por obra y gracia» de Puigdemont y censuraron que sea «un presidente temporal y por delegación. «Nosotros no queremos un presidente temporal y por delegación», avisó.

Por parte de los ‘comunes’, Xavier Domènech, muy crítico, consideró que el discurso de Torra deja “muchos interrogantes”, como si “¿será el president del Govern o será el president de Puigdemont?”. «Todo apunta a que este Govern está caducado antes de nacer», añadió.

Xavier García Albiol, del PP catalán, atacó el discurso «incendiario» del candidato, que, dijo, solo busca «la provocación».

«Su principal activo ha sido la radicalidad por el simple hecho de ser catalán. Es inadmisible en alguien que debería aspirar a gobernar para todos los catalanes. Usted no se conoce nada más que a usted mismo», reprochó.

La CUP duda

Sin duda, la postura más esperada es ahora la de la CUP, que este sábado se mostró dura contra Torra.

Carles Riera, su portavoz, lamentó que  trate de convencerles de que conseguirán construir la república desarrollando un Govern en un marco autonómico.

Los antisistema consideran que «la única vía para desarrollar la república es la desobediencia y la unilateralidad».

Los ‘cupaires’, dijo, están dispuestos a «asumir todas -y con todas las consecuencias–las responsabilidades en caso de ruptura democrática con el Estado», y siempre y cuando el futuro Govern obedezca al Parlament.

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