La bronca de Juan Carlos I a su entorno: «Decís que sois leales pero nadie gasta un duro en defenderme»
Los audios de OKDIARIO demuestran que Juan Carlos I quería tapar su estilo de vida desordenado
El Rey Juan Carlos I trasladó una importante bronca a su entorno más cercano porque no dedicaban recursos a buscar el origen de las filtraciones en prensa que dañaban su imagen. «Decís que sois leales, pero nadie gasta un duro» en defenderle, lanzó a sus colaboradores más estrechos, tal como le comentó a Bárbara Rey en las célebres grabaciones que desvela OKDIARIO en exclusiva. «Aquí muchos decís que sois leales, pero nadie se gasta un duro en averiguar quién o de dónde salen estas noticias de mi Casa. No es posible. No me puedo enterar por el CESID, no me puedo enterar por tal…», relató el Jefe del Estado.
Nos encontramos en los años 90, donde las polémicas por la corrupción del PSOE inundaban el debate público. Los españoles empezaban a fiscalizar con lupa a los poderes del Estado y Juan Carlos I temía que le «llegara» la ola de las controversias y acabara la dinastía de los Borbones. El contexto histórico que rodea esas afirmaciones es un periodo marcado por crecientes tensiones políticas y mediáticas que amenazaban con afectar su imagen pública. El reinado de Juan Carlos I, entre 1975 y 2014, se dividió en varias etapas. Tras un periodo de amplio respaldo popular tras la transición, Juan Carlos I relajó su vida privada y temía que el escándalo estallara en la prensa. Afeaba a sus colaboradores que no investigasen el origen de esas filtraciones para frenarlas.
Así, empezaron a relucir muy puntualmente episodios relacionados con su vida privada y sus cuestiones financieras. Por ejemplo, que un viaje privado impidió el nombramiento de un ministro, ya que no podía firmar como se requería de puño y letra el correspondiente decreto de nombramiento. En ese contexto, aparece la bronca que Juan Carlos I confiesa a Bárbara Rey. Refleja su frustración no sólo por la falta de lealtad, sino también por la falta de acción de sus colaboradores ante las filtraciones. La falta de control sobre la información que aparecía en prensa era una amenaza directa a la estabilidad de la Monarquía, que dependía en buena medida de la percepción pública de la figura del rey. Juan Carlos I esperaba que sus colaboradores más leales tomaran medidas efectivas para descubrir quién estaba detrás de estos ataques a su imagen y a la institución que representaba.
En este contexto, el sindicato Manos Limpias ha interpuesto una denuncia contra Bárbara Rey ante los juzgados de Madrid, acusándola de un presunto delito de revelación de secretos, relacionado con la difusión de audios vinculados al hoy Rey emérito. Según el escrito, consultado por este periódico, la denuncia surge tras la publicación de audios de conversaciones entre ambos. El sindicato de Miguel Bernad argumenta que dichos audios no solo incluyen conversaciones de carácter personal, sino también diálogos que tocan asuntos de Estado. Asimismo, sostiene que las grabaciones pudieron haber sido utilizadas en una presunta extorsión o chantaje por parte de Bárbara Rey, quien habría recibido «retribuciones a cambio de su silencio y de no divulgar las grabaciones».
De uno a 4 años
El sindicato subraya que, aunque «la posible malversación de fondos públicos por parte de los servicios del Estado para silenciar a la denunciada ha prescrito», la denuncia actual se centra en «hechos que podrían constituir un delito de revelación de secretos, o delitos contra la intimidad». Manos Limpias recuerda que el Código Penal castiga con penas de uno a cuatro años de prisión a quienes, sin consentimiento, se apoderen de documentos, mensajes o correspondencia privada de otra persona, intercepten comunicaciones o utilicen dispositivos para grabar o reproducir sonidos o imágenes de forma ilícita.
La denuncia, presentada el 10 de octubre ante el Juzgado Decano de Madrid, también indica que el sindicato desconoce si Bárbara Rey reside en Madrid o en Marbella, por lo que solicita a la Policía Judicial que facilite la dirección de la denunciada para continuar con el proceso judicial.
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