Qué panorama le queda a Hillary Clinton tras su gran fracaso en New Hampshire
Las características tan peculiares de New Hampshire han cumplido con los pronósticos. En un estado donde la tasa de desempleo está tan solo en un 3,1% con las cifras más bajas en pobreza o criminalidad han vencido las opciones más radicales de demócratas y republicanos. Bernie Sanders y Donald Trump se han impuesto a sus rivales con comodidad. A pesar del sesgo en la representatividad de este estado nunca un candidato terminando tercero en estas primarias acabó siendo presidente del país. Pero qué escenario queda ahora.
La próxima fecha marcada en el calendario está a diez días, el 20 de febrero los demócratas se citan en Nevada un territorio donde Clinton tiene un aparato muy sólido. A diferencia de en New Hampshire, Sanders allí no lo tendrá tan fácil, no es de un estado vecino a su origen y tiene menos similitudes geográficas y sociales a su votante medio.
Del mismo modo las fidelidades predefinidas se han demostrado discutibles. Las mujeres ya no están tan vinculadas a la carrera de Clinton como sí lo estuvieron en 2008 y la batalla se ha demostrado más relacionada con la brecha generacional. Los jóvenes están por la candidatura de Sanders. Negros o hispanos originariamente relacionadas con la ex primera dama está por verse que no empiecen a entusiasmarse con el ex senador Sanders.
Sanders tendrá que esforzarse para derrotar la imagen de marca que tiene tan consolidada tiene Hilary Clinton. Pero lo cierto es que ahora ya se empieza a considerar como una opción factible algo impensable al principio: que se alce finalmente con la nominación demócrata. Este veterano de 74 años ofreciendo la revolución como principal oferta ha apartado con cualquier tercero en discordia. El calendario que tiene por delante favorable: en Nevada y Carolina si no hay sorpresa pederá y un mal resultado el supermartes puede dar por acabada su carrera.
El otro gran victorioso tras New Hampshire es otro candidato anti-establishment es Donald Trump quien tampoco tiene fuertes lazos con su formación. Aunque en retórica no puede ser más opuesto a Sanders un voto a cualquiera de los dos representa optar por un cambio en el status quo. Y ambos tienen sus enemigos públicos: Trump ha insultado a inmigrantes, musulmanes o activistas, mientras que Sanders se ha enfrentado a los hombres de Wall Street, los traficantes de droga o los pro compañías fósiles.
La batalla en el lado republicano está más abierta. Ha arrasado con un 35% del voto y los siguientes clasificados tienen mucho que hacer para remontar. El candidato de la maquinaria republicana Marco Rubio tras el bronce en Iowa ha quedado quinto tras un debate criticado. El que salió aupado de ese enfrentamiento Chris Christie se ha colocado sexto. Jeb Bush pese a su apuesta de 36 millones en publicidad ha logrado quedar cuarto. La sorpresa ha sido el segundo, John Kasich, un moderado presidenciable pero con poco carisma. Otros candidatos como Carly Fiorina (4% del voto) o Ben Carson (2%) serían los próximos en tener más papeletas en abandonar la carrera por la nominación.