El sátrapa Nicolás Maduro ha ofrecido un mensaje de Navidad en el que se le ve en el ostentoso Palacio de Miraflores, rodeado de actores y actrices, y junto a su esposa Ciulia Flores, hablando de “libertad”, de “felicidad” y de dignidad”, en un país donde uno de cada tres venezolanos sufre hambre y pobreza extrema. Un vídeo propio de un dictador bananero que mantiene presos a más de 200 disidentes políticos en sus mazmorras y que está siendo investigado por delitos de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional.
“Hoy celebramos por partida doble, en primer lugar la llegada de la Navidad, que es el renacer perpetuo de la esperanza y, por supuesto, la herencia más hermosa que nos han podido legar, una patria digna, infinita y libre, porque nadie tiene lo que no ha soñado y porque nunca se sueña en vano”, afirma Maduro en todo un ejercicio de realismo mágico.
“En esta Navidad, mes de reunión, tiempo en el que el mensaje de Dios se hace sentir con más fuerza en hombres, mujeres, niños y niñas, queremos celebrar, junto a la gran familia venezolana, las metas cumplidas, siempre con el compromiso de continuar por el camino de la felicidad y de la vida”, manifiesta el sátrapa cuyo régimen ha forzado al exilio a más 6 de millones de venezolanos.