Cómo reparar el borde de una puerta astillada

Tener una puerta astillada, puede resultar todo un problema ya que podemos clavarnos una de sus astillas e incluso que estas impidan que la puerta cierre bien. Veamos a continuación, una guía de pasos en la que te explicamos cómo reparar el borde de una puerta astillada.

Tener una puerta astillada es algo mucho más común de lo que parece, y aunque muchas veces creemos que la intervención de un carpintero es el único modo de conseguir repararla, lo cierto es que nosotros mismos con la ayuda de la herramientas necesarias podemos arreglar nuestra puerta sin ningún problema.

Pasos para reparar el borde de una puerta astillada

1. Lo primero de todo será cubrir el borde de la zona a reparar con un poco de cinta de carpintero o cinta carrocero, de modo que no manchemos o estropeemos el resto de la puerta.
2. comprobar si en la parte astillada del borde, falta además algún trozo de madera, ya que en la mayoría de casos, se requiere el uso de un relleno de madera especial, que se puede comprar en una fábrica de pinturas; este tipo de estuco o relleno es una pasta que está hecha con resina y harina de madera y que tendrás que aplicar en el borde astillado, asegurándote de que se adhiera a la perfección.
3. Una vez aplicado, el estuco se convertirá en parte de la puerta y se endurecerá asegurando resistencia con el tiempo.
4. A la hora de comprar esta masilla para madera, será bueno que te asegures que sea del mismo color que la puerta que has de reparar: en el mercado, de hecho, esta pasta en particular se encuentra en muchos colores diferentes , adecuados para cualquier tipo de puerta. Entonces, si la madera de tu puerta ha sido pintada con un color distinto al de la madera natural, deberá optar por la masilla más adecuada para ese tipo de coloración.
5. En el caso de no encontrar una masilla del color de tu puerta, puedes perfectamente comprar un tinte y mezclarlo con la masilla antes de aplicarlo.
6. Para darle al borde la forma correcta, es necesario trabajar el relleno con dos espátulas.
7. A continuación, una vez que esté seco, debe lijarse y finalmente pintarse.
8. Si la parte dañada es de tamaño mediano a grande, puedes usar clavos sin cabeza que tendrás que fijar en el área que has de reparar, de modo que actúen como una estructura de soporte para la masilla que colocará después en esa zona.
9. Finalmente, antes de comenzar, asegúrate de que no haya imperfecciones o protuberancias en la parte donde tienes que trabajar, en cuyo caso deberás lijar todo el borde para que este esté lisa y la masilla que has comprado pueda adherirse mejor.