Hallazgo inédito en Jerusalén: encuentran en la tumba de Jesús restos de los huertos que aparecen en la Biblia

Un equipo de arqueólogos ha realizado un descubrimiento extraordinario bajo la Iglesia del Santo Sepulcro, el lugar que según la tradición cristiana alberga la tumba de Jesús.
El hallazgo, liderado por Francesca Romana Stasolla, profesora de La Sapienza de Roma, revela restos botánicos de hace 2.000 años que confirman el uso agrícola del terreno durante el siglo I d.C.
Estas evidencias coinciden con antiguas descripciones bíblicas que mencionan la existencia de un huerto en el lugar donde Jesús fue enterrado, ofreciendo una conexión sin precedentes entre arqueología y relato religioso.
Evidencias arqueológicas que confirman el uso agrícola en tiempos de Jesús
Las excavaciones, que forman parte de un proyecto científico más amplio, han sacado a la luz restos de semillas, polen, vides y olivos, lo que sugiere que el área fue cultivada antes de convertirse en un sitio funerario.
Según los expertos, la zona pasó por varias etapas históricas: primero fue una cantera activa desde la Edad del Hierro, luego un terreno agrícola y finalmente un lugar sagrado. Esta secuencia de uso ha sido determinada gracias al análisis estratigráfico y a dataciones que ubican el cultivo en el siglo I.
Coincidencias de este hallazgo con el Evangelio de Juan
El valor simbólico y científico de este hallazgo se refuerza por su sorprendente coincidencia con el Evangelio de San Juan. El versículo 19:41 menciona: «En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no se había puesto ninguno».
La presencia de restos vegetales en las inmediaciones del Edículo, la estructura que marca la tumba de Cristo, da fuerza a la idea de que estos relatos se basan en realidades históricas. Los arqueólogos incluso han identificado lo que podría haber sido una zona verde entre el Calvario y la tumba, reforzando esta interpretación.
Otros descubrimientos: nuevos objetos revelan siglos de historia y peregrinación
Además de los restos vegetales, las excavaciones han sacado a la luz otros elementos arqueológicos de gran valor histórico. Se han encontrado fragmentos de cerámica, vidrio, metales, lámparas de aceite y estructuras de piedra, todas testigos del uso continuo del lugar desde tiempos antiguos.
También se halló una base circular de mármol bajo el Edículo, cuya función aún está siendo investigada. Estos descubrimientos reflejan la presencia constante de creyentes, peregrinos y comunidades religiosas a lo largo de los siglos.
Este ambicioso proyecto arqueológico, iniciado en 2022, representa la intervención más profunda en la Iglesia del Santo Sepulcro en casi dos siglos. Autorizado por la Autoridad de Antigüedades de Israel y avalado por las tres comunidades cristianas custodias del lugar, el trabajo se reanudará tras las festividades religiosas.
Para completar el estudio, se utilizarán herramientas como escáneres 3D y georradares, con el objetivo de crear una reconstrucción digital del entorno antiguo. Como señala la directora del proyecto, cada hallazgo es una pieza más en el complejo rompecabezas de la historia de Jerusalén.
Como señala la directora del proyecto: «Si habláramos de un rompecabezas, diríamos que sólo estamos excavando una pieza a la vez, pero con el tiempo tendremos una reconstrucción multimedia completa de todo el panorama». Este enfoque permitirá a los investigadores reconstruir el paisaje antiguo, un «panorama general» que no es visible en una sola excavación.