Jennifer Lopez se inspiró en esta complicada historia para su papel en ‘Hustlers’

Jennifer Lopez está metida de lleno en la grabación de su nueva película ‘Hustlers’, en la que la actriz encarnará el papel de una stripper llamada Samantha Barbash.

‘Hustlers’ es una película basada en una historia real que narra la vida de un grupo de mujeres ex-trabajadoras en un club de striptease que conspira para vengarse de antiguos clientes.

La mujer a la que interpreta Jennifer Lopez es Samantha Barbash, una madre soltera criada en el barrio del Bronx de Nueva York, que se hizo reconocida en el mundo del striptease por llevar una vida llena de lujos los cuales consiguió a raíz de drogar y robar a sus clientes.

Cuando la noticia de que Jennifer Lopez interpretaría a esta mujer saltó a los medios, Barbash aseguró al medio estadounidense ‘The Sun’ sentirse halagada por el papel de la cantante.

“Realmente me halaga que Jennifer López quiera interpretarme, pero si lo quiere hacer, debería conversar conmigo. Todos los que me conocen saben la verdad“, admitió.

Una historia digna de Hollywood

La historia comienza en el oscuro mundo de los clubes de striptease de Manhattan en Nueva York a principios de la década de 2000.

Por aquella época, Samantha Barbash, con unas curvas de escándalo, se convirtió en una de las bailarinas más famosas del Club Hustler, propiedad de Larry Flynt, un reconocido productor de vídeos para adultos.

Fue allí donde Barbash, a quien todos conocían como Samantha Foxx, conoció a la que se convertiría en su cómplice, Roselyn Keo, una chica de 17 años que mentía en su edad para poder trabajar allí.

Roselyn, conocida como Rosie, y ahora de 34 años, le dijo a una revista de los Estados Unidos que «Todos querían trabajar con Samantha porque tenía muchos clientes y sabía cómo trabajar».

Rosie dejó el mundo del striptease por un tiempo, pero en 2008 regresó. En ese momento vio como Samantha, que ya era bastante mayor para seguir siendo una stripper, todavía trabajaba para el club, dirigiendo a un grupo de chicas que atraían a los hombres al lugar.

Sin embargo, Rosie empezó a notar que había cosas que no encajaban. “Comencé a notar que esas chicas ganaban mucho dinero y realmente no trabajaban tanto”, aseguró. Y es que Samantha había encontrado una laguna legal en la que conseguía dinero sin tener que mantener relaciones sexuales.

A lo largo de los años, Samantha había estado cultivando una lista de clientes ricos a los que invitaba a fiestas privadas. Junto con sus cómplices, invitaba a estos hombres a la zona VIP de los clubes, les drogaban, les emborrachaban y, una vez inconscientes, les vaciaban las tarjetas bancarias.

Si los clientes llamaban más tarde para quejarse de estos hechos (cosa que no solían hacer pues la mayoría estaban casados), el dueño del local ya se encargaba de decirles que habían sido ellos mismos los que habían decidido invitar a todo el mundo esa noche.

En caso de que siguieran reclamando su dinero, entonces las chicas les amenazaban con fotografías de ellos mismos en posiciones comprometidas. Rosie asegura que “ese fue el motivo por el que todo funcionaba tan bien, los clientes no querían meterse en líos. Además, ¿qué son 10.000 euros para un trabajador de Wall Street?”

Sin embargo, en 2014, Samantha Foxx fue finalmente arrestada en Nueva York tras la acusación de un cliente.

Ahora, Samantha y sus cómplices, todas ya libres de cargos, se preparan para ver su historia en la gran pantalla. Además, Barbash asegura que actualmente ya está completamente limpia y fuera de ese mundo. “Tengo un spa y estoy a punto de abrir un segundo. Ahora soy dueña de un negocio. Y un día me encantaría poder contar mi versión de la historia».