‘First Dates’: Javier dice que su mente es “como los váteres de Australia”

‘First Dates’ es uno de los programas con más éxito de la televisión y, siendo honestos, no es para menos. Recientemente nos dejaron sin palabras con la historia de Christian, que no dudó un solo segundo en cometer una auténtica locura para conseguir la fotografía perfecta para Instagram. Dejando sin palabras a su cita, Nicolás.

Esta vez, teníamos la oportunidad de conocer nuevos comensales en ‘First Dates’ cuyas frases continuaban siendo muy pero que muy ingeniosas. Un claro ejemplo lo vemos en Javier, que no dudó un solo segundo en asegurar lo siguiente: “Tengo la mente como los váteres en Australia, que va al revés de como giran en Europa”.

Por ese mismo motivo, aseguró que por ese motivo “va al contrario que el resto”. La cita de Javier en ‘First Dates’ fue Patricia, autodenominada como la auténtica “princesa de las sudaderas”. ¿La razón? Para salir siempre se pone una. Lejos de que quede ahí, señaló: “Soy una persona que siempre se está maquillando, con una paleta de sombra de ojos nueva, un color estrambótico que nadie se espera… Me encanta hacerme cosas”.

En cuanto vio a Javier, Patricia no estaba convencida de que el equipo de ‘First Dates’ hubiera acertado al elegirle como pareja. Sobre todo físicamente hablando, puesto que a la cajera no le llamó para nada la atención: “Prefiero los chicos más delgados, con tatuajes y con otro tipo de estilismo”.

Durante esta velada, tuvieron la oportunidad de hablar de sus respectivos trabajos, de animales y hasta de cocina. En este momento, Patricia no dudó en preguntar al madrileño si sabía hacer croquetas. Él respondió afirmativamente y admitió que, además, le encanta hacerlas.

Patricia, tras este comentario, no dudó en hacer esta afirmación: “Alguien me dice que las hace y yo tengo que ir a probarlas. Una cata de croquetas me haría feliz”. A pesar de todo, la habilidad de Javier para la cocina y concretamente para hacer croquetas, no fue suficiente para conquistar a Patricia. A él si le hubiera gustado tener una segunda cita, pero la cajera fue sincera: “Quedaría con él como amigos y para tomar algo”. Él respondió: “Me ha parecido una chica súper agradable, mona y que me lo podría haber pasado bien con ella”.