Zarzuela y Moncloa prohíben a Juan Carlos I ir en la delegación oficial del funeral de Isabel II

«Sus Majestades los Reyes han aceptado la invitación y la Casa de SM el Rey ha trasladado a SM el Rey don Juan Carlos y a SM la Reina doña Sofía la invitación que han recibido. La Casa de SM el Rey está a la espera de que les sea comunicada por don Juan Carlos y doña Sofia su decisión personal.» Con estas pocas líneas, este lunes, Zarzuela informaba a los medios de comunicación que dejaba en manos del Rey emérito la decisión de acudir o no a los funerales de su prima Isabel II. Pero de ir, como desea Juan Carlos I, probablemente lo haga a título personal y no en la delegación oficial que representará al Estado. Zarzuela y Moncloa, según fuentes del Gobierno consultadas por OKDIARIO, quieren evitar que el emérito adopte la representación institucional y que se tenga que sentar al lado de su hijo en la Abadía de Westminster.

Hasta este lunes se daba por hecho que Felipe VI y Letizia representarían a España en el entierro de la monarca británica. Pero la extensión de las invitaciones por parte de la Casa Real inglesa a los Reyes eméritos, que se tramitó este lunes, deja abierta la puerta a que don Juan Carlos -que es primo de la difunta- y su esposa -que reside parte del año en Londres- también acudan. Ni Moncloa ni Zarzuela se lo pueden impedir pese a que han existido presiones para que no vaya. El propio ministro de Exteriores José Manuel Albares, tras conocer la invitación que había tramitado Buckingham Palace al exjefe del Estado, ha evitado confirmar quienes acabarían viajando a Londres.

Si Juan Carlos I decide finalmente acudir, desde Abu Dhabi -dónde reside en la actualidad-, la pretensión del Gobierno es que lo haga a título personal. Es decir, que ni pueda viajar en ninguna aeronave propiedad del Estado -que yendo en representación oficial tendría que ir a recogerle a los Emiratos Árabes Unidos y trasladarle hasta la capital londinense-, ni que se siente junto a su hijo Felipe Vl en los bancos de la capilla. Una foto que desde su huida de España en agosto de 2020, tras las revelaciones de OKDIARIO, Zarzuela ha tratado de evitar a toda costa.

De hecho la negativa a que se difundieran retratos de esa jornada fue, hace unos meses, una de las condiciones que la Casa del Rey le impuso a su padre y a los que participaron en el almuerzo familiar. Como familiar de Isabel II, añaden dichas fuentes gubernamentales, si el Rey emérito asiste al funeral de su prima «lo podrían sentar en los bancos reservados para la familia de la difunta».