Sánchez califica a Rajoy de corrupto
El virulento ataque que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dirigido contra el presidente Mariano Rajoy en su sesión de investidura cierra la puerta a cualquier entendimiento entre sus respectivos partidos y aboca a los españoles a acudir a unas terceras elecciones el próximo día de Navidad.
Desde la tribuna, Sánchez no ha dejado el menor resquicio para hallar otra salida: ni facilita la investidura de Rajoy con la abstención de los socialistas, ni puede formar un pacto de Gobierno alternativo con Podemos, una fórmula que el Comité Federal del PSOE le prohibió expresamente.
El líder socialista ha convertido la corrupción en el hilo principal de su discurso y ha llegado a enumerar los delitos por los que, según ha asegurado, la Justicia investiga al PP: «Asociación ilícita, cohecho, falsedad contable, fraude, malversación, prevaricación, estafa, delito contra la Hacienda pública… el Código Penal completo, señor Rajoy», ha resumido.
Ni una palabra sobre los ERE
Por este motivo, ha argumentado, el PP no tiene ninguna legitimidad para encabezar ahora la lucha contra la corrupción en el paquete de medidas regeneradoras que Rajoy ha pactado con Albert Rivera.
«Su uso y abuso de las instituciones, sus mentiras de ayer y de hoy, su no asunción de responsabilidades políticas ante los graves casos de corrupción que le afectan, avalan nuestra absoluta desconfianza hacia usted, y por ello votaremos en contra de su candidatura», ha indicado Sánchez desde la tribuna dirigiéndose a Rajoy.
Pedro Sánchez no ha hecho la menor mención, en cambio, al caso de los ERE, en el que están imputados dos ex presidentes de su partido, Manuel Chávez y José Antonio Griñán, junto a numerosos ex cargos de la Junta de Andalucía, por el mayor caso de corrupción de la historia de la democracia en términos cuantitativos.
«Sánchez pasará a la historia»
«España necesita un Gobierno que persiga, castigue e impida la extendida
corrupción política instaurada en torno suyo, señor candidato, y que su mal Gobierno con evidente alevosía ha amparado y protegido durante años», ha sostenido el secretario general del PSOE.
Y ha añadido: «La suma letal de corrupción, de mala gestión económica y desigualdad a la que su Gobierno ha arrastrado a España, no desaparece tras un proceso electoral, ni se sobresee en una investidura, sino que requiere de nuevas políticas y de nuevos actores. Los causantes de los problemas no pueden exigir ser los mismos que los resuelven con las mismas recetas».
En su turno de réplica, el presidente del Gobierno en funciones ha respondido con ironía: «El único que va a pasar a la historia por este debate es usted por provocar unas terceras elecciones».
La última esperanza del PP
Ya en su breve reunión celebrada el lunes, que el propio Sánchez calificó de «prescindible», Pedro Sánchez cerró la puerta a la posibilidad de que los socialistas se abstengan para permitir que España tenga un Gobierno tras más de 300 días de interinidad. Sánchez ha dirimido así su particular ajuste de cuentas por su propia fallida sesión de investidura, que provocó la celebración de las elecciones anticipadas del 26J.
Ahora, el socialista ha dejado claro que su partido no está dispuesto a evitar la convocatoria de unos terceros comicios. Ante esta posición, todo indica que la investidura de Rajoy será rechazada tanto en la primera votación de esta tarde como en la segunda, prevista para el viernes.
Como plan B, los populares confían contar con la abstención o el apoyo de los cinco diputados del PNV, tras las elecciones vascas del próximo 25 de septiembre.