Congreso de los Diputados

El PSOE lleva una iniciativa al Congreso para vincular a Vox con un atentado extremista

Abascal Pedro Sánchez
Pedro Sánchez y Santiago Abascal.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El PSOE utilizará el Congreso de los Diputados para sus fines electoralistas contra Vox. Los socialistas persisten en la estrategia del miedo azuzada en la campaña con las cartas amenazantes a varios ministros de PSOE y Podemos para buscar la condena al partido de Santiago Abascal. El objetivo es relacionar claramente la violencia con esta formación, atribuyéndole incluso el «caldo de cultivo» para la violencia. Incluso para un atentado cometido «por un grupo extremista o un exaltado lobo solitario».

Así se plasma en una Proposición No de Ley registrada por el PSOE para su debate en la Comisión Constitucional del Congreso. Aunque no se menciona a Vox, la alusión resulta evidente.

«En la vida institucional, las palabras, campañas y gestos que forman parte del discurso de odio practicado por un partido político ni son gratuitos ni pasan desapercibidos a la sociedad», relatan los socialistas en la exposición de motivos. Al contrario, prosiguen, «se proyectan hacia la sociedad, degradan los valores democráticos, extienden la intolerancia y el miedo, atacan el pluralismo y la diversidad y van calando peligrosamente de manera continuada en sectores de la ciudadanía».

«Hasta que un día estallan -ejemplos hay sobrados en la historia reciente- y sus consecuencias pueden ser demoledoras para el sistema de convivencia democrática; esto es, para la cohesión e integración de nuestra sociedad», señala el partido de Pedro Sánchez en su iniciativa.

En este contexto, consideran los socialistas que «sufrimos una exaltación de posiciones extremistas y de estrategias de división y polarización de la sociedad que fomentan el odio y la confrontación y atacan el clima de convivencia de nuestra democracia». «Persiste el discurso del odio y la exaltación de la intolerancia creando el caldo de cultivo para que un grupo extremista o un exaltado lobo solitario puedan cometer un atentado», concluyen.

Cartas con balas

La Proposición No de Ley busca que el Congreso condene los «discursos de odio», pero también las amenazas de muerte recibidas «por cargos públicos», en alusión a las cartas enviadas a distintos dirigentes durante la campaña del 4M. El candidato de Podemos Pablo Iglesias, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez, recibieron sendas cartas con balas y la ministra Reyes Maroto un cuchillo ensangrentado. En este caso se conoció que había sido enviado por un esquizofrénico. PSOE y Podemos utilizaron estos casos para sus propios intereses electorales, vinculándolos con la «ultraderecha» que identifican con Vox. Una estrategia, sin embargo, que se reveló ineficaz, a la vista de la debacle de la izquierda en los comicios.

También la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue destinataria de una carta con dos proyectiles, interceptada por los servicios de Correos en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). La dirigente ‘popular’ optó por una reacción opuesta a la sobreactuación de los socios del Gobierno socialcomunista: «Ante la violencia, serenidad y desprecio», valoró.

Podemos

En plena campaña madrileña, Podemos también se sirvió del Congreso para atacar a Vox. En otra Proposición No de Ley, trataba de vincular al partido de Abascal con el «terrorismo callejero» por sus «discursos incendiarios». En este caso, tampoco se mencionaba expresamente a Vox, aunque su referencia era evidente. El partido morado pedía también a la Cámara el «firme rechazo» al ataque a la sede de Podemos en Cartagena, cuya autoría no fue aclarada.

En febrero, el Partido Popular denunció que PSOE y Podemos habían impedido que saliese adelante una declaración institucional en el Congreso contra los «ataques violentos» en las calles tras la condena a Pablo Hasél, así como en apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El portavoz parlamentario de Podemos Pablo Echenique justificó el rechazo en que en la declaración «se condenaba a partidos, no a los disturbios». Los socialistas, al ver que no existía unanimidad, declinó secundarla, según fuentes ‘populares’.

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