Montero dice que las mujeres «feministas» son más «conscientes» del riesgo de sufrir una violación
Irene Montero, acorralada por el 'sólo sí es sí', ha acusado al PP de "promover la cultura de la violación"
Igualdad tiene una guía que para Montero sería «cultura de la violación»: «Si bebes estás más expuesta»
Montero, fuera de sus cabales, incendia el Congreso: «El PP promueve la cultura de la violación»
La polémica por la Ley del sólo síes sí no cesa, impulsada además por las declaraciones de Irene Montero quien, asediada por el fracaso de su norma estrella, ha llegado a acusar al Partido Popular de «promover la cultura de la violación». Como reveló OKDIARIO, el propio Ministerio de Igualdad ha difundido una guía en la que se adoptan patrones idénticos a los que ahora denuncia Montero. Además, desde el departamento se aseguró recientemente que las mujeres «feministas» tienen más «conciencia» del riesgo de sufrir una agresión sexual.
Así se recoge, en concreto en el reciente informe La sexualidad de las mujeres jóvenes en el contexto español, en el que se aborda la violencia sexual contra la mujer. El trabajo concluye que existe una «relación significativa» entre la percepción sobre estas agresiones y «el grado de proximidad de las jóvenes con el feminismo».
«Así, las mujeres que se definen como feministas expresan en una mayor proporción haber sentido temor a sufrir algún tipo de agresión sexual en contextos tales como espacios públicos (al caminar por la calle, en plazas, parques, etc.) o lugares de ocio nocturno», señalan desde Igualdad. Eso les lleva a concluir, por tanto, que «el feminismo parece contribuir, en este sentido, a la toma de conciencia sobre los potenciales peligros que las mujeres experimentan en determinados contextos».
Por otro lado, según Igualdad existe un «vínculo entre feminismo e identificación de determinadas experiencias como situaciones de violencia sexual y de género». Así, abundan en que «las mujeres que se autoubican en los extremos inferiores del eje feminista señalan con mayor frecuencia no haber sentido nunca miedo de sufrir violencia sexual, mientras que son sustancialmente menos las mujeres identificadas con el movimiento feminista que se hallan en tal situación».
Según el ministerio de Montero, sólo el 23,8% de las mujeres entre 18 y 25 años expresan no haber experimentado nunca miedo a ser víctima de alguna forma de violencia sexual. Y sólo «el 18,2% de las jóvenes» dice no haber sufrido en alguna ocasión acoso, tocamientos o, directamente, haber sido agredida sexualmente.
«No obstante», se insiste, «el grado de sensibilización con la cuestión de la violencia sexual contra las mujeres resulta significativamente superior entre quienes más se identifican con el feminismo».
«Cultura de la violación»
Irene Montero ha tratado de opacar las consecuencias judiciales de la Ley del sólo sí es sí acusando al PP de promover la «cultura de la violación», una alusión a varias campañas de distintos Gobiernos del PP en las que se insta a la mujer a autoprotegerse frente a los delitos de violencia sexual dando recomendaciones como vigilar la bebida en lugares de ocio nocturno.
Se da la circunstancia, como reveló este periódico, de que una guía del Ministerio de Igualdad -Mujeres y adicciones- sigue un parámetro idéntico, llegando a atribuir a los efectos del consumo de alcohol y otras drogas por parte de la mujer un mayor riesgo de ser víctimas de una violación: «Si nos sentimos mareadas o muy confusas después de haber consumido drogas, estamos más expuestas a sufrir abusos o agresiones sexuales ya que estamos desorientadas, más débiles, por lo que tendremos más dificultad para reaccionar y defendernos», aconsejan desde Igualdad, dirigiendo así el foco al comportamiento de la mujer y no del agresor.
Además, se aconseja que se tomen ciertas recomendaciones para evitar riesgos: «Pidamos a un amigo o amiga de confianza que nos acompañe y no corramos riesgos innecesarios», señalan desde el departamento de Irene Montero. La guía se encuentra accesible en el portal web del Instituto de las Mujeres.
La guía aborda también otro tipo de violencias, como las «ciberviolencias de género», y advierte que «las niñas y jóvenes no detectan el peligro de estas acciones, no cortan de raíz los juegos y groserías en las que las insultan e incluso amenazan, ni denuncian la agresión, creando el caldo de cultivo de posteriores agresiones».
La «cultura de la violación» a la que hace referencia Montero consiste en normalizar una situación de violencia sexual, basándose en los estereotipos sobre la mujer y poniendo el foco en las víctimas, relacionando una agresión con su propio comportamiento. Por ello, se insta a la mujer a no asumir riesgos, por ejemplo, retirándose del lugar, manteniéndose vigilante o evitando el consumo de sustancias.