Moncloa se queja a Ferraz de «falta de implicación» en la campaña de Sánchez: «Nos están dejando solos”

Preocupación en el Palacio de La Moncloa por «la falta de implicación» de la estructura del PSOE con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la campaña electoral del 23J. Desde el complejo presidencial han llamado a rebato a todos los cuadros del partido para «que se activen de forma inmediata». La decisión unilateral de convocar las elecciones por parte de Pedro Sánchez, para tapar el fracaso del 28M, no gustó a muchos de los barones y dirigentes. Y los responsables de tomar esa decisión se quejan ahora de que «nos están dejando solos».

La falta de un cabeza visible al frente de la campaña, indican, hace que esa falta de coordinación impida un mayor control de la implicación de altos cargos en la carrera hacia las urnas.

Sánchez, como candidato a la Presidencia, es el principal activo en esta campaña. Por eso, tras cinco años encerrado entre las cuatro paredes del Palacio de La Moncloa escuchando sólo lo que quería oír por parte de sus asesores, el secretario general del PSOE ha decidido ahora abrirse. Y lo ha hecho acudiendo a varios programas de radio y televisión que en los últimos meses han sido muy criticados tanto desde el Gobierno como desde el PSOE. Llegando a acusar a algunos de los entrevistadores del presidente de ser «trumpistas» o miembros de «una derecha mediática al servicio del PP».

Pero más allá de Sánchez, los protagonistas de esta carrera hacia el 23J por parte del PSOE se pueden contar con los dedos de una mano. El jefe del Ejecutivo ha dado un papel importante a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, pese a que no es candidata en las listas, ya que quiere centrar el debate en la economía. Una decisión que ha molestado en las filas socialistas por su perfil independiente. Sí ha habido más aplausos en la rehabilitación del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, omnipresente en medios de comunicación y actos, que se ha convertido en un apoyo de primer orden para Sánchez.

Más allá de estos tres nombres, la participación del resto de barones y ministros está siendo muy limitada. «Hay poca predisposición» a participar en actos y entrevistas, reconocen en Moncloa. Admiten incluso «desmovilización». Y a medida que se van bajando escalafones de cargos la desbandada es todavía más acentuada. Entre secretarios generales, directores generales y asesores ya hay muchos que hace un par de semanas que «se dedican a enviar currículums a diestro y siniestro».

Sabedores que, sin un puesto en las listas que les garantice una plaza en el Congreso o en el Senado los próximos cuatro años, lo más probable es que todos estos cargos de libre designación y nombrados a dedo por los ministros pierdan su trabajo en un futuro inminente. Tal como explicó este periódico, desde el mes de enero, antes de conocerse el adelanto electoral, había codazos para ocupar un puesto en las candidaturas con escaño garantizado.