Miedo a los menas en Malvarrosa (Valencia): «Los niños ya no pueden jugar en los parques»
Menas sin licencia, violaciones silenciadas y niños sin poder jugar por las jeringuillas
"Ponen menas menores tutelados para cobrar dinero, pero son tíos hechos y derechos"
OKDIARIO se adentra en la grave situación que vive el barrio de Malvarrosa en Valencia tras la apertura de un centro de menores extranjeros no acompañados en el antiguo Hospital Valencia al Mar, también conocido como San Juan de Dios. «Ponen menas menores tutelados para cobrar dinero, pero son tíos hechos y derechos», denuncian los vecino.
El centro, que carece de licencia de obras y de ocupación, ha convertido la zona en «una olla a presión» según los vecinos consultados. Hace una semana, en ese centro fue donde un grupo de menas propinó una paliza a tres vigilantes porque nos les gustaba la comida.
La Generalitat adquirió las instalaciones hospitalarias con el propósito de destinarlas a centro de día y centro de salud mental, pero finalmente ha acabado convirtiéndolas en un centro de menas tras más de un año de gestiones.
La decisión ha desatado la indignación vecinal en un barrio ya castigado por el narcotráfico de Las Casitas Rosas, donde los yonquis se pinchan dejando jeringuillas por todas partes y rompiendo cristales por las noches sin que la policía haga acto de presencia.

Las cámaras de Minuesa captan imágenes estremecedoras de un parque infantil completamente abandonado y sembrado de jeringuillas. «Está todo lleno de jeringuillas. Es que da pena. Los niños no pueden jugar en este barrio», lamenta una vecina mientras el reportero enfoca las agujas tiradas por el suelo del área de juegos.
También denuncian un preocupante aumento de las agresiones sexuales este verano en la playa de Malvarrosa. Los vecinos denuncian que las autoridades están ocultando información sobre las violaciones nocturnas que se están produciendo. «Están habiendo muchas violaciones por la noche, muchos atracos y muchos robos. La gente ya no sale a gusto», explica un residente, señalando que se han reforzado los panfletos informativos en la playa.
La semana pasada, una pelea entre dos bandos en el interior del centro se saldó con dos vigilantes heridos después de que los internos se quejaran de la comida. Los vecinos cuestionan frontalmente que se trate de menores. «Ponen menas menores tutelados para cobrar el dinero, pero es falso. Son tíos hechos y derechos», denuncia una residente que exige el cierre inmediato del centro.
La desesperación vecinal ha llevado a presentar quejas ante la Generalitat, el Ayuntamiento y el Defensor del Pueblo, sin recibir respuesta alguna. «Aquí los responsables son nuestros gobernantes», sentencia una vecina reclamando el cierre.