Juncker: «La fuerza de Europa es fundamentarse en las reglas»
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, ha asegurado hoy que la fuerza de la UE y su «poder suave» se fundamenta «en la regla del Derecho», que permite construir un espacio en el que sentirse protegido y que sus ciudadanos vivan juntos «en una convivencia armoniosa y respetando todas las diferencias».
Durante su intervención tras recoger en el Teatro Campoamor el Premio Princesa de Asturias de la Concordia concedido a la Unión Europea, Jean Claude Juncker ha recordado que España «ha conocido todos los tormentos y las dificultades que han marcado el ritmo de la evolución europea en el siglo XX» hasta convertirse «en una fuerza motriz de Europa».
«El lugar de España es y seguirá siendo estar en el corazón de Europa; sin España, Europa sería mucho más pobre», ha apuntado Juncker tras reconocer su admiración por la labor europeísta iniciada por el rey Juan Carlos I y continuada ahora por don Felipe.
En un discurso iniciado en español, en el que se ha dirigido al presidente del Gobierno con un cariñoso «Mariano», el presidente de la Comisión Europea ha señalado que la palabra concordia, que da nombre al galardón otorgado a la UE, le resulta «evocadora» dado que refleja la naturaleza de la UE, que es «una cuestión de espíritu y mente, pero también una cuestión de corazón».
En sus sesenta años de andadura desde la firma del Tratado de Roma, ha apuntado, la UE ha hecho méritos para ser un símbolo de paz, democracia y libertad en todo el mundo y sigue siendo «joven y activa», aunque se muestre «deprimida».
«Hay que recordar siempre que esa paz continental, tras tanto martirio y dolor, es una conquista de todos los días y que a menudo olvidamos aquellas biografías rotas de las generaciones de padres madres y abuelos en los campos de batalla, las cárceles, los campos de concentración, la miseria y en la desesperación», ha dicho.
«¡Viva España!»
Esas generaciones, ha dicho, alimentaron siempre el sueño eterno del «nunca más esto» cuando decidieron renunciar «a la guerra y al rechazo del otro» y opusieron la fuerza del derecho, «un principio fundamental de la UE», a la «fuerza estúpida de las armas».
No todo es perfecto en Europa, ha apuntado Juncker, y tiene debilidades y carencias, pero «es capaz de lo mejor siempre y cuando se una y los europeos vayan mano a mano hacia los mismos horizontes».
Con un «Viva España» y «Viva Europa» ha cerrado Jean Claude Juncker su intervención, tras celebrar la «visión hermosa» que había supuesto para él contemplar, en su segunda visita a Oviedo, las calles de la capital asturiana plagadas de banderas españolas.