Los incendios en federaciones socialistas de toda España asedian a Sánchez a 48 días del Congreso Federal

La maniobra de Ferraz para frenar las primarias en Castilla y León ha despertado debates internos dentro de varias federaciones socialistas en España. El pulso planteado por el líder del PSOE en esta comunidad, Luis Tudanca, se trasladó rápidamente a las autonomías tradicionalmente críticas con Pedro Sánchez, como Aragón o Castilla-La Mancha, pero también a otras afines al presidente del Gobierno, que comenzaron a movilizarse para convocar sus primarias antes del Congreso Federal del partido, que se celebrará a finales de noviembre en Sevilla.

La hoja de ruta de la dirección nacional del PSOE era clara: no abrir debates internos dentro de las federaciones hasta después del Congreso. Un plan que respondía a la necesidad de, en un momento convulso por los enfrentamientos abiertos entre algunos barones contra decisiones como la amnistía o el cupo catalán, tener un cónclave tranquilo que consagrase como líder reforzado a Pedro Sánchez.

Sin embargo, tras el enfrentamiento entre Ferraz y Tudanca, algunos barones están enfocando sus esfuerzos en movilizar a una militancia que perciben como su aliada. Visitarán las sedes locales y tratarán de asegurar el apoyo de los parlamentarios autonómicos de su partido en cada territorio con un objetivo claro: actuar en favor de su autonomía, con independencia de la dirección nacional.

Castilla y León

Aquí empezó todo. El PSOE de Castilla y León está en pie de guerra contra Ferraz después de que la dirección nacional haya tumbado un proceso de primarias que la formación regional había convocado desafiando los estatutos. Tras la  decisión de Ferraz, la secretaria de Organización del PSOE autonómico en Castilla y León, Ana Sánchez, ha reclamado que «se devuelva la voz» a la militancia «ya» y ha considerado «un despropósito» que el Comité de Garantías Federal del partido haya decidido suspender la convocatoria del congreso en la comunidad previsto para el 25 y 26 de enero, al coincidir con el proceso del congreso federal.

Finalmente, la dirección nacional del PSOE ha hecho valer su posición de fuerza y ha anulado la convocatoria del congreso autonómico del PSOE de Castilla y León para hacer unas primarias que había aprobado su Comité Autonómico. Y es que Ferraz entiende que esa convocatoria de primarias incumpliría los Estatutos del partido, que establecen que las citas autonómicas se deben celebrar tras la federal.

Madrid

Las reivindicaciones de Tudanca encontraron apoyo en el PSOE madrileño. Juan Lobato defendía que «casi todo» lo que había dicho el secretario general del PSOE de Castilla y León era «de cajón de madera de pino y muy de sentido común», reconociendo que él no hubiera descartado en Madrid realizar una propuesta similar. Sin embargo, Lobato, por miedo a las represalias de Pedro Sánchez, decidió plegarse a sus directrices. El secretario general del PSOE-M ha cerrado ya el calendario con Ferraz para la celebración del congreso de la federación madrileña, que se hará el 5 de diciembre y abrirá el proceso de primarias -en plena Navidad-, que se resolverá al 11 de enero.

Una vuelta al redil que no apacigua una de las federaciones históricamente más revueltas. No hay que olvidar que el delegado del Gobierno, Francisco Martín, que goza de la confianza plena del ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, es uno de los nombres que más ha sonado para encabezar el PSOE madrileño, mientras Lobato se negaba a dar un paso al lado.

Cantabria

Otra federación convulsa a poco más de un mes del Congreso Federal es la de Cantabria. La división interna se ha materializado en dos listas de delegados enviados al cónclave de Sevilla. La disputa cántabra, que se tendrá que dirimir por votación, es entre el sector afín a Pablo Zuloaga, actual secretario general, y el que encabezan la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, y el diputado y dirigente de la Ejecutiva Pedro Casares.

Los últimos movimientos de Miguel Ángel Gallardo tampoco gustaron mucho en Ferraz. El actual secretario general del PSOE extremeño ganó las primarias hace escasos meses, pero no con demasiado margen. Sin embargo, Gallardo ha sido uno de los más críticos con el pacto entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa. «Discrepo en algunas cuestiones como es la financiación, voy a defender que la financiación que haya en este país sea justa y no esté al albur de los intereses de ninguna comunidad», criticaba. Estos posicionamientos contrarios a algunas políticas impulsadas dentro del seno del PSOE, han despertado algunas voces que señalan la posibilidad de una candidatura alternativa.

Andalucía

Un caso diferente. Mientras en el resto de federaciones las discrepancias surgen entre los barones y la dirección nacional, en Andalucía han sido los propios militantes los que han lanzado voces críticas contra la candidatura de Juan Espadas. El movimiento de base del socialismo andaluz, Bases Andaluzas Socialistas (BAS), ya trabaja para presentar un nuevo proyecto de integración y unidad que conforme una alternativa de cara al 15º Congreso regional del PSOE de Andalucía (PSOE-A) que se celebrará a comienzos del próximo año. Una candidatura alternativa a Espadas, que sí cuenta con el respaldo de Ferraz.

Aragón

En Aragón, la división interna es evidente, con un conflicto abierto, especialmente entre la federación de Huesca, que ha mostrado su oposición a Lambán, y otros sectores del partido. Los seguidores de Lambán, ex secretario general y ex presidente aragonés, han venido mostrando su desacuerdo con las decisiones de Ferraz, como ocurrió en la configuración de las listas para las elecciones europeas.

Más allá de las discrepancias internas, Lambán se ha consagrado como uno de los barones rebeldes, y no le ha temblado el pulso al ir contra el Gobierno. En una carta que ha enviado a todos y cada uno de los afiliados del Partido Socialista en Aragón, Lambán llamaba a todos los militantes del partido a defender el «sentido de Estado» frente a la deriva del sanchismo y sus cesiones al independentismo catalán.

Castilla-La Mancha

En Castilla-La Mancha no se espera que Emiliano García-Page tenga oposición, dado que gobierna con mayoría absoluta, siendo una de las pocas regiones en las que el PSOE mantiene el control. La figura de Page se está volviendo particularmente incómoda para Pedro Sánchez en los últimos tiempos, llegando el primero a criticar incluso el plan que el Gobierno trata de pergeñar para controlar a los medios críticos.

«Si se hace por intereses sectarios, está condenado al fracaso», sentenció recientemente el presidente autonómico. Con todo, y lejos de buscar beneficiarse del hecho de que el castellanomanchego pueda mantener el voto socialista moderado que no vea con buenos ojos las cesiones del Gobierno a los separatistas, la verdadera aspiración de Sánchez es la de eliminar voces discordantes -con su persona- y rodearse de un núcleo fundamentalmente acrítico con las medidas que se tomen desde Moncloa para perpetuarse en el poder.