El Gobierno tranquiliza a Conde-Pumpido, fiscal general con Zapatero: «Presidirás el Constitucional»
Cándido Conde-Pumpido, fiscal general del Estado con José Luis Rodríguez Zapatero, está tranquilo. Desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez le han transmitido que será el próximo presidente del Tribunal Constitucional. Será la apuesta del Gobierno y uno de los requisitos fundamentales que está encima de la mesa para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Así se lo ha trasladado el propio magistrado a personas de su círculo más cercano durante un encuentro distendido, según ha podido saber OKDIARIO.
La costumbre en el Tribunal Constitucional establece que los cargos sean consensuados, y que tanto presidente como vicepresidente se elijan de entre los miembros más antiguos en el Tribunal, correspondiendo la presidencia al sector ideológico mayoritario y la vicepresidencia al de menos representatividad. Sin embargo, en esta ocasión se ha abierto una carrera entre dos miembros del bloque progresista: la magistrada María Luisa Balaguer y el magistrado Cándido Conde-Pumpido, que aspiran a ocupar el puesto que dejará vacante Pedro González-Trevijano.
Sin embargo, esta ruptura dentro del bloque de izquierda no ha sido bien recibida en La Moncloa. Tanto es así que Sánchez, que tiene hilo directo con Conde-Pumpido gracias a la intermediación de Zapatero, ya tiene un claro candidato: el que fuera fiscal general del Estado del PSOE. Fuentes bien informadas aseguran a OKDIARIO que tres de los cuatro magistrados que formarán parte del Constitucional cuando se renueve un tercio de sus miembros, apoyarán a Conde-Pumpido.
El balance que manejan desde el Gobierno es el siguiente: los dos candidatos nombrados a propuesta del Ejecutivo y el candidato propuesto por el bloque progresista del CGPJ apoyarán a su favorito en la presidencia. Además, los magistrados progresistas Ramón Sáez e Inmaculada Montalbán también votarán a favor de Cándido Conde-Pumpido. Fuentes internas dudan sobre el posicionamiento del nuevo magistrado que deberá ocupar la vacante que dejó libre Alfredo Montoya –conservador– por motivos de salud. Si finalmente es elegido el magistrado José Luis Costa Pillado quizás, explican, pese a ser propuesto por el PP secunde al ex fiscal general durante el mandato de Zapatero con quien mantiene una estrecha amistad.
Pero, afirman, «en el peor de los escenarios, que no consiga este apoyo, Cándido Conde-Pumpido obtendría un empate de seis frente a seis», puesto que los aspirantes pueden votarse a sí mismos. En ese caso, también obtendría los votos suficientes para ostentar la presidencia dado que, en caso de empate, preside el de más antigüedad en el tribunal o el de mayor edad. Se da la circunstancia de que Balaguer y Conde-Pumpido tienen la misma antigüedad en el órgano, sin embargo, el segundo es de mayor edad.
Fiscal general con Zapatero
Conde-Pumpido ha estado de forma habitual en la órbita de aspirantes a distintos cargos en la era de Gobierno socialista. Ya a finales de 2018, la figura del que fuera fiscal general con Zapatero sonó como un posible relevo de Carlos Lesmes en el CGPJ y el Tribunal Supremo. Pumpido es ya magistrado del Tribunal Constitucional. Y a lo largo de su dilatada carrera ha ocupado las plazas de magistrado del Tribunal Supremo desde 1995 y de fiscal general del Estado desde abril de 2004 hasta diciembre de 2011.
También ha sido presidente de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, presidente de la Red de Fiscales Generales de los Tribunales Supremos de la Unión Europea, vocal del Consejo de Estado de España, portavoz de la asociación Jueces para la Democracia y profesor de la Universidad del País Vasco. Desde junio de 2019 es miembro del Patronato de la Fundación Pro Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Pero su pasado más conocido se circunscribe a la etapa de fiscal general. En esa época, y desde el 23 de abril de 2004, sustituyó a Jesús Cardenal. En su primer mandato en este cargo, Conde-Pumpido fue el encargado de crear las Fiscalías de Violencia de Género, Medio Ambiente y Extranjería, por citar las principales. Reforzó Anticorrupción, creando y dotando delegaciones territoriales de la Fiscalía y elevando el número de efectivos de este organismo.
Él fue, igualmente, el que impulsó el cambio del sistema de nombramiento y cese del fiscal general de modo que la intervención del Parlamento fuese decisiva en el nombramiento. En esa etapa, igualmente, se procedió a la ilegalización, según la Ley de Partidos, de las marcas blancas de Batasuna Auzkera Guztiak, Abertzale Socialista Batasuna, el Partido Comunista de las Tierras Vascas y ANV.
En mayo de 2008, Conde-Pumpido inició su segundo mandato. Un periodo en el que incrementó en 700 la plantilla de fiscales y lanzó otras tres fiscalías especializadas: la de Menores, Criminalidad Informática y Cooperación Internacional.
La magistrada Balaguer podría estar escuchando las voces de algunos magistrados del sector conservador que la apoyarían, sin embargo, fuentes del aparato socialista y del propio Tribunal Constitucional dudan de su idoneidad, «una radical de la ideología de género» –según algunas fuentes consultadas- pero, sobre todo, por su bajo perfil institucional y su escasa experiencia en el desempeño de puestos ejecutivos. María Luisa Balaguer, de la que no se discute su competencia jurídica, es catedrática de Derecho Constitucional en la Universidad de Málaga, además de haber ejercido durante 25 años la abogacía. En todo caso, un perfil más amable para el sector conservador que el de Conde-Pumpido.