Ferraz reforzará los controles de acceso a los mítines para evitar más escraches a Sánchez

Crece la preocupación en Ferraz por los escraches a Pedro Sánchez en los mitines de cara al 28 de mayo. Tras dos episodios en una misma semana, el pasado lunes en Segovia y este miércoles en Burgos, los equipos de seguridad del PSOE y Moncloa trabajan ya en aumentar los controles de acceso a dichos actos. Todo con el fin de evitar la entrada de símbolos que puedan servir para celebrar escraches contra el presidente del Gobierno.

Ese refuerzo de la seguridad, según fuentes del partido consultadas por OKDIARIO, se coordina con los servicios que Policía y Guardia Civil prestan a La Moncloa. Los encargados de proteger al presidente del Gobierno y a su familia. Estos agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encargan de la vigilancia de las autoridades y del acceso de los periodistas. Pero es la propia seguridad del partido la que controla a los que asisten.

En concreto, explican las mismas fuentes, lo que se hará será una revisión más exhaustiva de las pertenencias que los asistentes porten al entrar en los mítines. Ya no se buscará únicamente armas o explosivos, como hasta ahora, si no también banderas que puedan generar «una alteración del orden público». Bajo ese pretexto, y ante la atenta vigilancia de los escoltas, los responsables de la seguridad de Ferraz echaron a quienes protestaban.

Aunque ambos episodios se han producido en actos celebrados en Castilla y León, y protagonizados por miembros del Frente Obrero, el entorno de Pedro Sánchez cree que «se pueden repetir en otros lugares, como un efecto llamada». Este colectivo ha protagonizado varios hechos similares en los últimos meses contra varios miembros del Gobierno, principalmente contra Yolanda Díaz e Irene Montero, ambas de Unidas Podemos.

Cambio de protocolo

En el acto de Burgos, como ocurrió también meses atrás en Toledo tras otra campaña de manifestaciones contra Sánchez, los servicios de seguridad de La Moncloa cambiaron el protocolo respecto a la llegada del presidente al recinto del mitin. La máxima es «evitar cualquier riesgo». Y eso se traduce en «que la exposición [del líder del PSOE] en la vía pública sea la mínima». A diferencia de la mayoría de ocasiones, en las que realizaba un pequeño paseíllo, a partir de ahora los escoltas desencocharán a Pedro Sánchez en la misma puerta de acceso, alejándole de los ciudadanos que le estén esperando.

Recomendaciones

La Policía Nacional, encargada de la seguridad propiamente dicha del jefe del Ejecutivo, hace meses que recomienda al Gabinete reducir todo lo posible la interacción de Sánchez con la calle. Con informes exhaustivos, tanto de los análisis previos, las vigilancias y las contravigilancias, los responsables de garantizar la integridad física del presidente consideran que este tipo de actos de cercanía «conllevan muchos riesgos difíciles de predecir y de parar». Es el caso de lo que ha ocurrido en los dos últimos actos electorales que, desde sus sillas, podrían haber lanzado la bandera contra Sánchez. La Policía también ha alertado a su equipo de que no se puede descartar una agresión física como la que en su día sufrió Mariano Rajoy con según que tipo de paseos.