ERC reconoce un 900% más de pérdidas mientras arranca a Sánchez la recaudación de todos los impuestos
Las cuentas anuales de ERC arrojan pérdidas de 3,9 millones en 2023 tras 418.848 euros de números rojos en 2022
El partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha reconocido un incremento muy significativo en pérdidas en sus propias cuentas anuales, alcanzando un aumento del 900% en un año. Ha pasado de 418.848 euros de números rojos en 2022 a 3.976.025 euros en negativo a 31 de diciembre de 2023. Esta contabilidad aprobada en las últimas semanas se produce en un contexto político en el que ERC está negociando con el PSOE de Pedro Sánchez un aumento de los recursos económicos para su comunidad autónoma. En particular, se está ultimando el visto bueno a la recaudación de todos los impuestos para Cataluña.
Tal como ha podido saber OKDIARIO, ERC tiene una situación económica muy débil. Los últimos varapalos electorales en los que han visto reducida en gran medida su representación en las instituciones han provocado un roto de importancia en su salud financiera. ERC perdió 6 diputados en el Congreso (los de Gabriel Rufián se tuvieron que conformar con 7 asientos en la Cámara Baja) y se ha quedado con 8 senadores menos en la Cámara Alta (ahora sólo tienen 3 escaños). A eso se suman las elecciones catalanas: la candidatura del todavía presidente autonómico en funciones, Pere Aragonés, se llevó un bajón de casi el 30% de sus votos. Los secesionistas se tuvieron que conformar con 431.000 votos y 20 asientos en el Parlament, lo que se traduce en una reducción de 13 actas.
ERC arroja unas cifras preocupantes en su Cuenta de Pérdidas y Ganancias. Los ingresos han bajado de 9,9 millones a 8,8 y los gastos han subido de 10,2 millones a 11,4. En ese marco el cierre de 2023 se salda con 2,6 millones de pérdidas. A eso hay que sumar la actividad extraordinaria, es decir, la relativa a las citas electorales. Los secesionistas de Junqueras ingresaron 2,6 millones para la campaña pero gastaron 4 millones. Destaca igualmente que la Tesorería de ERC ha menguado sobremanera. De tener 8,4 millones en depósitos en varios bancos y cajas a disponer de 3,5 millones.
En este contexto destacan gastos como el de sueldos de alta dirección. Las retribuciones percibidas por miembros del máximo órgano de dirección han sido de 657.946 euros durante el ejercicio 2023, resultando una retribución media de 59.813 euros (casi 5.000 euros mensuales).
Otro detalle que deja la memoria anual es que «ERC ha concedido dos avales a favor de la Fundación Josep Irla como consecuencia de dos préstamos de dos millones. Por otra parte, la Fundación Josep Irla ha cancelado el préstamo hipotecario por importación de 180.000 euros, formalizado con el Banco Popular por la adquisición de un inmueble en la ciudad de Lérida».
La situación crítica de ERC podría explicar parcialmente el interés especial de ese partido en tener un papel relevante en el nuevo Gobierno autonómico encabezado por Salvador Illa (PSC). Además de conseguir una mejora en la financiación de la región, a buen seguro conseguirían fondos públicos en forma de contratos para altos cargos autonómicos, poder de decisión a la hora de diseñar la hoja de ruta política, los nuevos proyectos, las inversiones en infraestructuras, etc. En toda investidura, el apoyo a un candidato de otro partido no se hace gratis. Los partidos siempre negocian beneficios particulares a cambio de sus votos.
Preacuerdo ERC-PSC
En los últimos días ERC ha planteado un preacuerdo con el PSC que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vende como «magnífico». Fija un concierto económico solidario en Cataluña. Para el jefe del Ejecutivo es un paso «incuestionable» en la «federalización del estado autonómico».
Al ser interrogado sobre si va a ofrecer las mismas condiciones que a Cataluña a otras comunidades autónomas, Sánchez ha expuesto: «He dicho que es una negociación bilateral la que se abriría en este caso con la Generalitat de Cataluña y también lógicamente corresponde a un espacio multilateral la negociación y el acuerdo del nuevo sistema de financiación autonómica, pero que efectivamente estamos dando un paso en la federalización de nuestro estado autonómico».
Sánchez ha argumentado el preacuerdo con ERC al apuntar que ha obtenido el aval unánime de la Ejecutiva Federal del PSOE –donde no hay barones territoriales– y que «todos los socialistas, o al menos una amplia mayoría», quieren que el líder del PSOE, Salvador Illa, sea presidente de la Generalitat. Por un lado las federaciones autonómicas del PSOE en Murcia, Baleares, Cantabria, Galicia, Navarra y Comunidad Valenciana han avalado el pacto. Por el contrario, los dirigentes de Castilla-La Mancha, Aragón y Castilla y León han expresado su disconformidad.
«¿Qué quieren que les diga? Yo estoy muy contento y muy feliz (por ese preacuerdo) y reclamo, por supuesto, el respeto y reconocimiento de un partido político independentista como ERC, que gracias a la negociación y al acuerdo ha logrado importantes avances para reforzar el autogobierno en Cataluña», ha remarcado Sánchez.