Los diputados sólo donan 30 kilos de alimentos en una campaña solidaria en el Congreso
El Congreso de los Diputados ha mostrado su lado más insolidario. Una iniciativa de recogida de alimentos, impulsada por Eurest, empresa concesionaria de la cafetería y restaurante del Congreso, ha resultado un estrepitoso fracaso en las dependencias de la Cámara Baja.
La campaña se puso en marcha a finales de agosto, coincidiendo con la vuelta de las vacaciones y el inicio de actividad en el Congreso, y con fecha límite este mismo lunes, 11 de septiembre. El objetivo de Eurest era recoger 7.000 kilos de comida destinada a las familias más necesitadas. Para ello situó puestos de recogida en sus 20 centros repartidos por toda España, uno de ellos en el mismísimo Congreso. Sin embargo, como se puede ver en las fotos que acompañan la información, al término de la iniciativa apenas se habían recogido 30 kilos de alimento.
La campaña -habitual en distintas empresas y centros de trabajo, como institutos y hospitales- animaba a la recogida de paquetes de alimentos no perecederos como arroz, pasta o latas de conserva.
Sin embargo, el Congreso de los Diputados no ha dado el mejor ejemplo. Sus señorías ni siquiera han respetado las normas y han depositado productos de higiene personal y botellas de leche.
En el Congreso trabajan unas 1.200 personas, entre diputados, funcionarios, asistentes, personal de grupos y de las diversas contrataciones externas (limpieza, cafetería…). Pese a ello, la recolección ha sido tan pobre que se queda en el 0,4% del objetivo total de la campaña.
Pensando en animar la solidaridad, el cajón de recogida se cambió de su primera localización -en una zona menos frecuentada y donde apenas se había recogido nada- a la entrada de la cafetería, de gran afluencia. El resultado fue prácticamente el mismo.
No es la primera vez que se lleva a cabo una iniciativa de este tipo. Aprovechando las fechas navideñas, donde la generosidad y las donaciones aumentan, también se dispuso de un punto de recogida. Según fuentes internas del Congreso esa vez «fue otro fracaso» y «ni siquiera coincidiendo con esas fechas se pudo recaudar algo decente». En su lugar los partidos no escatimaron gastos al celebrar sus tradicionales ‘copas de Navidad’.