Desbandada en el Gobierno: Calviño, Planas y Borrell pugnan por una plaza de comisario europeo
La plaza de comisario europeo empieza a estar muy disputada en el PSOE. Tanto que ya son tres los ministros que ansían la deseada ubicación. Nadia Calviño (Economía), Luis Planas (Agricultura) y Josep Borrell (Exteriores) pujan por el puesto.
Todo ello mientras que, a nadie se le escapa, la evolución electoral no parece pintar bien para los socialistas en España y que, por lo tanto, el que antes salga y se busque una buena ubicación, antes habrá dejado de preocuparse por el futuro y por lo que hace el Gobierno de Pedro Sánchez.
Moncloa ha iniciado ya las negociaciones para lograr una plaza de consejero -que puede ser de vicepresidente- en la UE. Le mejor posicionada para ocupar ese puesto era, por lo menos hasta hace poco, Nadia Calviño. Pero las disputas no han tardado en surgir. Calviño no es una mujer de partido, y que un premio como el puesto de vicepresidente europeo no vaya para un miembro ‘pata negra’ del PSOE no gusta en determinados sectores, por ejemplo, en el de Carmen Calvo, que tiene otro candidato para ocupar un puesto de comisario o vicepresidente en Bruselas: el ministro de Agricultura, Luis Planas.
Que Calviño no sea una mujer de partido no gusta en determinados sectores, como el de Carmen Calvo, cuyo candidato es Luis Planas
Planas sí es un hombre de partido. Ha pasado por infinidad de cargos europeos y en la propia Andalucía y, además, no forma parte del equipo de Susana Díaz, sino todo lo contrario. Él es en hombre claro de Sánchez y de Calvo.
El desencuentro de Borrell
Pero en esa puja por el puesto europeo ha entrado un candidato más: el ministro de Exteriores, Josep Borrell. El desencuentro de Borrell con el presidente del Gobierno ha crecido a causa de las innumerables cesiones de Sánchez hacia los separatistas. Y, de forma concreta, a causa de la permisividad mostrada ante los avances de los golpistas en su fin rupturista, una actitud que ha llevado al Consejo de Ministros a desautorizar a Borrell en el intento de bloquear las nuevas embajadas catalanas en el extranjero. Borrell quería frenarlas, pero Sánchez no.
El resultado es toda una espantada de cargos del Ejecutivo que, en estos momentos, prefieren estar fuera del Ejecutivo y trazar rumbo hacia Bruselas por diversos motivos.
En el caso de Borrell, por el desencanto con el Ejecutivo. En el de Nadia Calviño, porque su plan inicial era, de hecho, volver a Bruselas, de donde vino con una excedencia -la aceleración del debilitamiento económico pone en apuros el cartel profesional de Calviño al frente de Economía y prefiere acelerar ya su regreso-. Y en el caso de Planas, porque su vocación y destino ha estado durante muchos años en la plaza europea -y si los vientos electorales no pintan bien, es uno de los mejores refugios-.
La negociación de cargos se lanzará tras las elecciones europeas. Y cogerá fuerza a partir del mes de junio. Y en ese momento, España quiere tener engrasada la maquinaria negociadora. Una estrategia que parece contar com abrirle paso y darle apoyo a Francia hacia el Banco Central Europeo de forma que Sánchez cuente con más apoyos para lograr que la comisaría sea vicepresidencia.