Escándalo en la oposición a policía municipal de Madrid: se rompió la cadena de custodia de los exámenes
El Ayuntamiento de Madrid abrió en abril un proceso para cubrir 139 plazas de policías municipales pero el proceso no ha sido tan limpio como se esperaba. Entre otras negligencias, se rompió la cadena de custodia de los exámenes. Se abrieron los sobres, la máquina correctora no funcionaba y dejaron los ejercicios fuera de control varios días.
Tal como puede adelantar OKDIARIO, la edil del PP Inma Sanz va a pedir explicaciones al respecto al concejal del ramo, Javier Barbero, en la próxima comisión municipal de Salud, Seguridad y Emergencias. «Se ha producido una actitud completamente negligente. Puede haber un error, pero no tantos», lamenta la concejal.
Resulta que se convocó al tribunal para la corrección del segundo de los ejercicios. Se abrieron los sobres y se sacaron los exámenes, pero se observó un problema en el calibrado de la máquina correctora. No se pudieron evaluar las pruebas ese viernes. Entonces se decide aplazar la corrección y los sobres estuvieron abiertos todo el fin de semana. Finalmente, se reunió el tribunal el lunes siguiente.
La corrección de los ejercicios se ha externalizado a empresas que no tienen experiencia en estas labores. Esto ha provocado quejas de miembros del tribunal, pero los miembros con voto contrarrestan esas quejas. Algunos tienen voz y voto. Sin embargo, otros sólo tienen derecho a manifestar su disconformidad, pero no pueden votar.
Desde un principio se denunciaron irregularidades, explican desde el grupo municipal del PP. Entre otras, se detectaron que faltaban algunas actas, otras no recogen exactamente las intervenciones de los miembros del tribunal. Además, aseguran que ha habido presiones cuando miembros del tribunal han señalado irregularidades o que, incluso, se ha cambiado al presidente del tribunal.
Se acordó que las 100 preguntas que componen el ejercicios se elaboraran con la base de datos que tienen las empresas. El ejercicio se debía configurar el día de antes, algo a lo que se negó algún miembro del tribunal. Al final las preguntas acabó elaborándolas el propio presidente del tribunal.
«Este proceso se ha realizado sin garantías, una falta de transparencia absoluta, recordemos que ya empezó regular porque la primera prueba fue un test con un claro sesgo ideológico», critica Sanz. Se realizaron unas preguntas para cribar ideológicamente a los agentes preguntándoles sobre patriotismo o familia.