Podemos defiende los derechos humanos… salvo en Venezuela
Los tics autoritarios de Putin tampoco han merecido el reproche del partido radical
“Estamos del lado de la paz, el diálogo democrático y los derechos humanos, y condenamos toda violación de los derechos fundamentales, se produzca donde se produzca”. Son las palabras que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dirigió el pasado mes de marzo al Parlamento Europeo.
Pero no es así. Durante su breve trayectoria como eurodiputado, Iglesias ha condenado enérgicamente la violencia institucional en países como Israel, Marruecos, Colombia, Corea del Sur, Japón, India, Singapur, Pakistán, Azerbaiyán, el Congo y Burundi.
Pero en cambio, se ha negado sistemáticamente a apoyar cualquier resolución en la que otros partidos pedían que la Eurocámara condene la vulneración de los derechos humanos en Venezuela.
Al igual que hizo el pasado 2 de septiembre su compañero de partido Ramón Espinar, quien se negó a apoyar en el Senado una propuesta que exigía la liberación de 75 presos políticos detenidos por el Gobierno de Nicolás Maduro. La moción sumó el respaldo de 234 senadores del PP, PSOE, CiU, PNV y Ciudadanos, pero Podemos y ERC se negaron a apoyarla.
Los lazos con el chavismo
De este modo, los cargos públicos de Podemos muestra una disciplinada lealtad al régimen chavista de Venezuela, con el que los principales dirigentes de este partido han mantenido estrechos vínculos económicos y de amistad.
Después de que Podemos se convirtiera en la gran sorpresa de las elecciones europeas de 2014, en las que obtuvo cinco eurodiputados, Pablo Iglesias se ha presentado ante la Cámara de Estrasburgo como el adalid de la defensa de los derechos humanos en el mundo.
Ha dirigido a la Comisión Europea interpelaciones para condenar la detención de un periodista en Marruecos y el arresto de una feminista palestina, Jarrar, a la que Israel acusa de pertenencia a una organización ilegal.
Pablo Iglesias también ha pedido a la Comisión que actúe después de que el director de la ONG Sociedad para la Educación Jurídica, Intigam Aliyev, fuera condenado en Azerbaiyán por un delito de evasión fiscal.
Del mismo modo, el líder de Podemos ha solicitado al órgano de gobierno de la UE que actúe para lograr la abolición de la pena de muerte en Bielorrusia, Bangladés, Corea del Sur, Japón y la India.
La financiación de Caracas
También ha denunciado la detención del “defensor de los pueblos indígenas” Damián Gallardo Martínez en México, la discriminación de las mujeres deportistas en Arabia Saudí y la “persecución y criminalización de los serbios” en Kosovo, un país al que define como “una suerte de narco-Estado respaldado por los EEUU”.
Pero las ansias de Pablo Iglesias de proteger los derechos humanos en todo el planeta se agotan cuando se pone sobre la mesa la cuestión de Venezuela, cuyo gobierno ha sido acusado de financiar a Podemos a través del Centro de Estudios Políticos y Sociales CEPS (para el que trabajaron Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón, Luis Alegre y el propio Iglesias).
El Parlamento europeo aprobó el pasado mes de marzo una dura resolución en la que se pedía al Gobierno venezolano que “deje de perseguir y reprimir políticamente a la oposición democrática y de violar las libertades de expresión y manifestación de su país, y ponga fin a la censura de los medios de comunicación”.
El acuerdo consensuado por el PP, los socialistas y los liberales de ALDE también expresaba la “profunda preocupación” de la Eurocámara por la detención de los líderes opositores Antonio Ledezma, Leopoldo López y Daniel Ceballos, y condenaba la muerte de siete jóvenes estudiantes por disparos de bala en varias manifestaciones.
El accidente del presidente polaco
La propuesta recabó el apoyo de los principales partidos en el Parlamento europeo, pero los cuatro eurodiputados de Podemos presentes en la Cámara, encabezados por Pablo Iglesias, votaron en contra.
El caso de Venezuela solo es comparable al de Rusia. La Eurocámara aprobó el pasado mes de marzo una resolución en la que “condena firmemente” el asesinato del líder opositor Boris Nemtsov (que murió tiroteado cerca del Kremlin pocas horas antes de una manifestación que tenía previsto encabezar) y pide a las autoridades rusas que liberen a todos los presos políticos, entre ellos la diputada Nadia Savchenko, “secuestrada en Ucrania y que sigue detenida ilegalmente en Rusia”.
La propuesta aprobada también pide a las autoridades rusas que devuelvan de inmediato a Polonia las cajas negras y los restos del avión Tu-254” (en el que murió el presidente polaco Lech Kacynski cuando el aparato se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Smolensk), para poder llevar a cabo una investigación independiente del siniestro, sobre el que todavía existen muchas dudas.
Por último, el Parlamento europeo expresó su preocupación “ante la falta de cooperación de las autoridades rusas con la investigación independiente internacional sobre el derribo del vuelo MH17”, en el que fallecieron 289 civiles (entre ellos, 196 holandeses). El avión fue derribado por un misil tierra-aire lanzado presuntamente por las fuerzas prorrusas cuando sobrevolaba el territorio de Ucrania.
Como el Frente Nacional de Le Pen
También en este caso, los eurodiputados de Podemos se negaron a apoyar la resolución de condena de la violación de los derechos humanos y persecución de los líderes opositores en la Rusia de Putin.
Apenas unas semanas antes, el semanario británico The Economist había publicado un artículo en el que acusaba a Putin de financiar a los principales partidos populistas de extrema derecha y extrema izquierda en Europa.
El reportaje citaba expresamente las simpatías mostradas hacia el régimen de Putin por el Frente Nacional francés de Marine Le Pen y por Podemos en España.