MINISTERIO DE DEFENSA

Defensa renueva el sistema de balizas aéreas y comunicaciones en los peñones reclamados por Marruecos

Marruecos
Islas Chafarinas (IEO).
Pelayo Barro

Un poco más protegidos ante Marruecos. El Ministerio de Defensa de España ha iniciado un plan para renovar el sistema de balizamiento aéreo y las comunicaciones estratégicas vía satélite en los peñones de soberanía española situados en el norte de África. De esa forma, los destacamentos militares españoles de Vélez de la Gomera, Alhucemas y las islas Chafarinas mejorarán considerablemente sus capacidades, mientras Marruecos sigue reclamando estas plazas como propias.

Estos enclaves, situados en una zona de alta sensibilidad geopolítica y reclamados por Marruecos, se benefician así una inversión de que ronda en total el millón de euros destinada a mejorar su seguridad y operatividad.

El proyecto, cuyo contrato fue publicado en el portal de contratación del Estado recientemente, incluye la modernización integral de las balizas aéreas. Estos dispositivos son cruciales para la navegación aérea, ya que permiten identificar y localizar estos puntos estratégicos y mejorar así la seguridad de las aeronaves que sobrevuelan la zona. Cabe recordar que estos enclaves sólo son accesibles desde el mar y, en caso de emergencias, desde el aire con helicópteros. Esa es la vía más común por la que reciben pertrechos estos destacamentos.

La renovación abarca tanto los equipos de balizamiento como los sistemas de alimentación eléctrica que los sustentan. En el documento de licitación se detallan las especificaciones técnicas y los objetivos del proyecto. Entre ellos, se destaca la instalación de nuevas balizas con tecnología de última generación. Además, se contempla la implementación de sistemas de alimentación eléctrica redundante, lo que garantiza la operatividad de las balizas incluso en condiciones adversas.

La mejora tecnológica en las balizas aéreas también permite una mejor integración con los sistemas de navegación y control de tráfico aéreo de España, facilitando la gestión coordinada de las operaciones en esta región.

El proyecto también incluye una serie de mejoras, valoradas en 600.000 euros, en su sistema de comunicaciones por satélite. Tal y como ha avanzado Vozpópuli, esas mejoras se centran en los nodos satelitales de la red I3D, que permiten que cualquier información llegue casi a tiempo real a cualquier otra unidad militar o centro de mando. De esa forma, cualquier tipo de incidencia o amenaza será comunicada a Madrid para tomar una decisión.

Crisis de pateras

En sólo 48 horas, a finales de febrero, cerca de 200 inmigrantes ilegales llegaron en pateras procedentes de Marruecos a la Isla de Alborán. Un territorio de soberanía española entre las aguas que separan Melilla y Almería, y que está bajo control de un destacamento de la Armada. Sólo 11 efectivos para hacer frente a unas llegadas que les superan en 1 a 18 hombres. Unos sucesos que para el Estado Mayor no tienen nada de improvisados: se sospecha que es un tanteo por parte de Marruecos, un mensaje sobre lo «fácil» que se puede poner en jaque unas islas sin apenas protección. Un «ensayo de una invasión» a uno de los enclaves que Rabat reclama como propios. Sobre la mesa hay un plan militar para reforzar la vigilancia y protección de esos territorios, al que sólo le falta la luz verde del Gobierno para implementarse.

«Que sepan que no nos olvidamos de ustedes. Estamos muy pendientes de Alborán y de lo que pasa, y hemos tomado nota de algunas cosas que se necesitan». Esas palabras fueron parte del discurso que la ministra de Defensa, Margarita Robles, pronunció en su visita al destacamento de la Armada que protege la Isla de Alborán, en aguas a medio camino entre África y Europa.

Un viaje de logística compleja que se producía sólo días después de que se restableciera el caos provocado en esta plaza de soberanía por una oleada de pateras de Marruecos, con cerca de 200 inmigrantes a bordo (el 98% hombres en edad adulta) que puso al límite a los once militares que la defienden, que convivieron durante días con ellos ante la imposibilidad de trasladarles a Melilla por las malas condiciones de mar.

La llegada de pateras no es un hecho que extrañe a los protectores de esta Isla de Alborán, pero hasta ahora se producían a cuentagotas. La crisis de finales de febrero ha roto todos los moldes y se ha convertido en un hecho excepcional. Según fuentes militares consultadas por OKDIARIO, lo ocurrido va más allá de lo anecdótico y adquiere tintes preocupantes. En primer lugar, por la inacción de las fuerzas de seguridad marroquíes: los registros de radar muestran que en esos días había patrulleras en la zona de partida de las pateras, aunque ninguna intentó frenarlas.

Esa circunstancia ha encendido las alarmas en el Estado Mayor, donde se sospecha que nada ha sido casual en esta crisis, que se produjo sólo cuatro días después del viaje de Pedro Sánchez a Rabat. El análisis de lo ocurrido, explican estas fuentes militares, revela la posibilidad de que se trate lo que en la inteligencia militar denominan «acción en zona gris». 

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