FUERZAS ARMADAS

Alerta militar por la oleada de pateras de Marruecos en los islotes del Estrecho: «Ensayan una invasión»

La presencia de patrulleras marroquíes en la zona desde la que partieron las pateras hace sospechar de una acción premeditada

Isla de Alborán, Pateras Marruecos
Margarita Robles en la Isla de Alborán.
Pelayo Barro

En sólo 48 horas, a finales de febrero, cerca de 200 inmigrantes ilegales llegaron en pateras procedentes de Marruecos a la Isla de Alborán. Un territorio de soberanía española entre las aguas que separan Melilla y Almería, y que está bajo control de un destacamento de la Armada. Sólo 11 efectivos para hacer frente a unas llegadas que les superan en 1 a 18 hombres. Unos sucesos que para el Estado Mayor no tienen nada de improvisados: se sospecha que es un tanteo por parte de Marruecos, un mensaje sobre lo «fácil» que se puede poner en jaque unas islas sin apenas protección. Un «ensayo de una invasión» a uno de los enclaves que Rabat reclama como propios. Sobre la mesa hay un plan militar para reforzar la vigilancia y protección de esos territorios, al que sólo le falta la luz verde del Gobierno para implementarse.

«Que sepan que no nos olvidamos de ustedes. Estamos muy pendientes de Alborán y de lo que pasa, y hemos tomado nota de algunas cosas que se necesitan». Esas palabras fueron parte del discurso que la ministra de Defensa, Margarita Robles, pronunció en su reciente visita al destacamento de la Armada que protege la Isla de Alborán, en aguas a medio camino entre África y Europa. Un viaje de logística compleja que se producía sólo días después de que se restableciera el caos provocado en esta plaza de soberanía por una oleada de pateras de Marruecos, con cerca de 200 inmigrantes a bordo (el 98% hombres en edad adulta) que puso al límite a los once militares que la defienden, que convivieron durante días con ellos ante la imposibilidad de trasladarles a Melilla por las malas condiciones de mar.

La llegada de pateras no es un hecho que extrañe a los protectores de esta Isla de Alborán, pero hasta ahora se producían a cuentagotas. La crisis de finales de febrero ha roto todos los moldes y se ha convertido en un hecho excepcional. Según fuentes militares consultadas por OKDIARIO, lo ocurrido va más allá de lo anecdótico y adquiere tintes preocupantes. En primer lugar, por la inacción de las fuerzas de seguridad marroquíes: los registros de radar muestran que en esos días había patrulleras en la zona de partida de las pateras, aunque ninguna intentó frenarlas.

Esa circunstancia ha encendido las alarmas en el Estado Mayor, donde se sospecha que nada ha sido casual en esta crisis, que se produjo sólo cuatro días después del viaje de Pedro Sánchez a Rabat. El análisis de lo ocurrido, explican estas fuentes militares, revela la posibilidad de que se trate lo que en la inteligencia militar denominan «acción en zona gris». 

«Ensayo de invasión»

Ese término, acuñado para describir las guerras híbridas, se refiere a acciones que se caracterizan por «la ambigüedad y dificultad en atribuir acciones al adversario; son acciones que no respetan las leyes y el orden internacional; emplean la aproximación indirecta para conseguir otros fines, y gradúan el nivel de violencia para evitar pasar el umbral rojo y controlar la escalada». Se trata, creen, de un «tanteo» hacia la capacidad de defensa que tiene el Mar de Alborán y los protocolos para repeler cualquier intento de invasión. Porque lo que sospechan que allí se ejecutó sobre el terreno fue un «ensayo de invasión». Similar a lo que ocurrió en la Isla de Perejil en 2002 o en la valla de Ceuta en 2021. La inteligencia considera este último suceso como una clara acción de «zona gris».

De ahí, explican, la premura de la visita de Robles a una isla que resulta estratégica para el control del tráfico marítimo en el Estrecho, así como para la vigilancia de fenómenos delincuenciales como el narcotráfico. Una visita que fue entendida como un gesto, un «mensaje» por parte de Defensa para recalcar que la isla es de soberanía española, y en la que la ministra señaló que la protección de este territorio pasaba a ser una «prioridad para el Estado».

Estas fuentes inciden en que el Estado Mayor de la Defensa y el Mando de Operaciones tienen sobre la mesa un plan diseñado para reforzar la seguridad de estos enclaves, cada vez más estratégicos, y al que sólo le hace falta un empujón político para hacerlo realidad. Pero es una decisión que, de aplicarse, podría distorsionar la relación diplomática y política entre Moncloa y Rabat.

Oleada de pateras

La Guardia Civil tuvo que movilizar a la patrullera Río Miño para comenzar el traslado de cerca de 200 inmigrantes ilegales de origen magrebí llegados en los últimos días a la isla de Alborán, islote español ubicado en la parte occidental del mar Mediterráneo, a unos 55 km al norte de la costa de Marruecos y 85 km al sur de la provincia de Almería.

Los inmigrantes, que entre el domingo y el martes alcanzaron suelo español a bordo de una decena de pateras procedentes de Marruecos, aguardan desde entonces a ser trasladados a la península. Fuentes del dispositivo han confirmado el inicio de estos traslados, que previsiblemente se prolongarán durante dos jornadas, tras varios días de espera debido a las malas condiciones meteorológicas y las fuertes rachas de viento en el mar de Alborán.

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