La comida de los policías alojados en el ‘Piolín’ en Cataluña: pescado con anisakis y tortilla empanada

Policía cataluña
Un trozo de merluza con gusanos, posiblemente Anisakis.
Carlos Cuesta

Los más de 3.000 policías nacionales alojados en los barcos y desplazados a Cataluña ante la evidente omisión de sus deberes por parte de los Mossos, no están pasando sus mejores días. No sólo se les acusa de falsedades sino que, además, se encuentran en habitaciones compartidas, sin orden, rodeados de suciedad y, para colmo, con una alimentación impresentable.

Las fotos a las que ha tenido acceso OKDIARIO, tomadas dentro del barco Piolín por agentes de la Policía Nacional, demuestran que el pescado que les sirven ha llegado a tener gusanos. Los médicos consultados por este diario han confirmado que “se trata de gusanos o algún tipo de parásito. Incluso no es descartable que pueda tratarse de anisakis”. Estos mismos expertos destacan que “desde luego, si a mí o a mi familia le ponen eso en semejante estado en un restaurante, lo devuelvo y pido explicaciones inmediatamente. Eso no es admisible”.

Gusanos en el pescado

Los policías consultados señalan que parte de la dieta -como puede comprobarse en las imágenes- también consiste en tortilla empanada o, de forma, totalmente habitual, salchichas.

Los agentes, de hecho, se han quejado de forma reiterada por las condiciones en las que se encuentran en los barcos, en especial en el conocido como Piolín. Y han expresado su malestar por, entre otras cosas, la comida que se les está sirviendo.

Tortilla empanada y salchichas

Los expertos consultados han señalado que, desde luego, la apariencia no es la de una dieta excesivamente equilibrada y que, en el caso de las fotografías del pescado “sería conveniente un análisis de las condiciones en las que se está sirviendo ese alimento porque la apariencia no es en absoluto buena ni recomendable”.

No se trata de la única protesta de los policías con respecto a las condiciones de un desplazamiento que se ha convertido ya en muy largo -cerca de tres semanas- y en el que están asumiendo camarotes minúsculos, estancias compartidas, mala comida, desorden en los habitáculos, malos servicios comunes, y periodos eternos sin ver a sus familias. Todo ello con el añadido de que nada saben sobre la fecha de su posible vuelta al hogar y mientras ven cómo el mando superior de los Mossos, Josep Lluis Trapero, ha vuelto convertido en un supuesto héroe de los separatistas.

Tortilla empanada

Los policías nacionales no entienden que ellos tengan que estar prorrogando su estancia cuando ese mismo Trapero que acaba de quedar en libertad tras su paso por la Audiencia Nacional podría dar la orden de operar a los 17.000 efectivos de los que dispone en los mossos y eso bastaría para que el orden público y el cumplimiento de la legalidad estuviese garantizado. Y cuando internamente, las propias informaciones que reciben de los mossos leales a la Constitución no dejan de confirmarles que si no se actúa es porque se ha decidido que así sea por parte de la Generalitat.

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