Las dudas de la investigación del crimen del ‘Rey del Cachopo’

El testimonio de un testigo que asegura haber visto por la zona a un hombre que no era Román puede jugar a favor del acusado

La defensa puede intentar una reducción de condena al no quedar acreditado que hubiera una muerte violenta antes de descuartizar a la mujer

El conocido como 'El Rey del Cachopo'.
El conocido como 'El Rey del Cachopo'.

La policía tiene la certeza, la jueza ve indicios claros contra César Román “El Rey del Cachopo” pero en el sumario al que ha accedido OKDIARIO también hay otras declaraciones e indicios que no ayudan a aclarar el caso del crimen de Heydi Paz.

La autopsia no ha podido determinar el motivo de la muerte de la mujer “No se han identificado lesiones o patologías causantes de la muerte…por lo que no se puede establecer la causa ni la etiología natural o violenta”, dice el informe del forense. Es decir, los expertos no saben si la muerte fue natural o se trata de un crimen. Algo que no impide la acusación de asesinato que pende sobre César Román pero podría jugar a su favor para obtener una condena más reducida si no se demuestra un homicidio agravado o asesinato.

No se sabe la causa de la muerte

Los investigadores tampoco concluyen por qué la persona que mutiló el cadáver de la víctima hizo varios cortes en el abdomen aunque sospechan que fueron para extirpar algún rasgo identificativo del cadáver.
Respecto al día 5 de agosto, cuando un taxista ( así lo declaró a la policía ) llevó al “Rey del Cachopo” hasta la nave donde se encontró el cadáver portando una maleta de grandes dimensiones, el mapa de la reconstrucción policial que obra en el sumario y encabeza ésta información no deja claro si el acusado entró en la nave número 3 donde se halló el cadáver o en la número 5 donde él sostiene que fue con una maleta menor, de otro color y cargada de papeles. El taxista no lo vio y el acusado se agarra a su versión con fuerza.

Solo Román tenía llaves de la nave

“El acusado era el único que disponía de las llaves para entrar en la nave” argumentaba la jueza del caso para enviarle a prisión provisional mientras sigue la investigación. Sin embargo, los informes policiales encuentran datos contradictorios. Román declaró ante el juez que varias personas tenían las llaves, sus socios, y ellos lo niegan pero uno de ellos apunta que un trabajador de la empresa podría tener copias. La policía tomó declaración a éste hombre de origen rumano, Adrián, que admite haberlas tenido aunque asegura que en verano cambiaron las cerraduras.

 

Otro hombre sospechoso

Tampoco ayuda uno de los principales testigos del caso, el portero de la finca cercana a la nave, relate que el día 13 cuando se halló el cadáver viera un sospechoso que no era César Román. Ese día según la investigación “El Rey del Cachopo” volvió a la nave 3 con la intención de deshacerse de restos de la víctima y provocó un incendio la zona del montacargas del sótano quemando las prótesis mamarias.

Ese incendio alertó a los vecinos y el portero se dirigió al sujeto que salía de la nave. “Un hombre español, de 40 años y 1`70 m que nunca había visto antes y me dijo que no me preocupara ya que el humo se originó por una chispa que había prendido en unos palés y ya estaba controlado”. Los policías le enseñaron varias fotografías entre ellas la de César Román, pero no lo reconoció.

El sujeto simplemente se esfumó tras cerrar con llave la nave.
¿Pudo entrar en la nave alguien que no fuera César Román? Esto cuenta uno de los informes policiales del caso: “En la nave 5 contigua a la que se halla el cadáver, se aprecia una ventana abierta de la que emana un fuerte olor similar al de la nave 3 donde se hallaron los restos humanos”. La policía registró rápidamente esa nave pero no hallaron nada, sólo un cubo lleno de restos de comida en descomposición. Lo de la ventana abierta no halló respuesta.

 

Botes de sosa

¿Y dónde se mutiló el cadáver de la víctima entonces? Ese es otro de los interrogantes del caso. En la nave 3 en cuyo sótano se halló el cadáver, los policías encontraron “un sofá amarillo de la planta 2 que desprendía un olor como de carne putrefacta, al lugar se accede por una puerta a la azotea” .
Ésta y las demás son algunas de las incógnitas del caso, que cuenta como uno de los indicios más relevantes contra “El Rey del Cachopo” la huella que hallaron en uno de los dos botes de sosa caustica que había en la zona. Sosa, el mismo producto, con el que rociaron el cadáver. Y más huellas, de desconocidos, en varios lugares de la nave.

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