Ahora Madrid reconoce que ha fracasado la idea de Carmena de que los jóvenes limpien los botellones
La idea de la alcaldesa Manuela Carmena ha caído en saco roto. En el pasado mes de octubre dijo que tenían que ser los jóvenes quienes limpiaran las calles gratis. Avanzó su intención de «poner en marcha un servicio social universitario» para que los jóvenes «ayuden a barrer». Quería que los madrileños se convirtiesen en «gestores de los grandes acontecimientos juveniles», pero no ha sido así.
A la pregunta del edil del Partido Popular Fernando Martínez Vidal sobre si “después del botellón de ‘San Cemento’ celebrado el pasado 28 de abril en el Campus de la Universidad Complutense”, lo que produjo 200 metros cúbicos de basura, “cuántos universitarios participaron en la recogida en respuesta a la invitación de la Alcaldesa de limpiar sus universidades y cuántos operarios municipales tuvieron que ser desplazados al lugar dejando de limpiar sus zonas habituales”.
El director general del ramo, Víctor Sarabia, ha explicado que fue «un refuerzo» de los servicios de limpieza los que dieron cuenta de los 7.500 kilos que se generaron ese día. 3.500 de ellos se recogieron por parte de la concesionaria de la limpieza y 4.000 por el Selur (Servicio de Limpieza Urgente).
La empresa adjudicataria tuvo que limpiar aceras y carreteras. Mientras que el Selur atendió la petición «urgente» del rector de la Complutense, Carlos Andradas. En particular se debió porque en la Facultad de Ciencias de la Información se iba a desarrollar un evento con 400 niños.
El rector llegó a decir que “el botellón había arrasado el campus”. Fue entonces cuando se dirigió a Policía y Delegación de Gobierno. Mientras el Ayuntamiento, según el PP, promueve el botellón quintando terrazas para hacer macroconciertos.
Martínez Vidal ha explicado que la de Carmena era «una más de las ocurrencias de la alcaldesa», y que «sabían que ningún universitario se iba a prestar a ello».
Ha criticado que el equipo de Ahora Madrid patrocina botellones con las carpas del imputado concejal de Salud y Seguridad, Javier Barbero. Además dice que como la gente sabe que «no se ponen multas por beber en la calle», los madrileños «no tiran la basura a las papeleras y lo hacen al suelo». Sarabia ha contestado que sí se siguen poniendo multas por beber alcohol en la calle pero acepta que «el botellón sigue existiendo». Afortunadamente ha explicado que «no hubo sobrecoste».
El gran problema: los microbotellones
En la capital, al margen de las grandes concentraciones para beber alcohol, desde las filas de Esperanza Aguirre apuntan que ha resurgido el problema de los microbotellones.
Los corrillos de pocas personas en aceras «había dejado de ser un problema y está resurgiendo». Pero ahora vuelven «las quejas de vecinos y comerciantes por suciedad y ruido mientras instalan carpas dando por hecho que habrá estas concentraciones». Martínez Vidal ha dicho que desde Carmena «animan que los jóvenes beban y deben multar». Apunta también a perseguir a los lateros que permiten que la gente beba las latas de vendedores ilegales.
Ha terminado explicando que «dan sensación de impunidad» e insta a «actuar sin complejos porque sino pensaremos que este gobierno municipal no quiere solucionar el problema».