Jordi Pujol jr recibió comisiones a través de una fundación que financia al Barça
Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito del ex presidente catalán, canalizó supuestamente comisiones recibidas de empresas a través de la Fundació Albert Pascual que él gestionó y que se dedica a financiar equipos de rugby de Barcelona y de «los Países Catalanes» como el FC Barcelona.
Así consta en un informe de la UDEF contenido en el sumario del caso Pujol y que analiza el uso que hizo Jordi Pujol ‘Júnior’ de esa fundación, para la que se encargaba de conseguir financiación y en la que tomaba «las decisiones trascendentes» al menos entre los años 2004 y 2009.
Según el documento, el hijo mayor de los Pujol usó presuntamente esa fundación, cuyo objeto social es «desarrollar el deporte del rugby en Barcelona y en los Países Catalanes», para «canalizar pagos procedentes de empresas» que «posteriormente se desviarían a fines privativos».
Entre esas empresas figura Isolux, que le pagó varios millones de euros a cambio de servicios de asesoría de los que no consta justificación, por lo que la Fiscalía cree que esos abonos respondieron realmente a comisiones por adjudicaciones públicas de la Generalitat.
La fundación habría financiado al Barça
La Fundació Albert Pascual se creó en 2003 y la preside Raimón Jorba, la persona que aparece como interlocutor de Jordi Pujol Ferrusola en varios correos electrónicos incautados por la Policía en el registro a su despacho de Barcelona en la calle Ganduxer.
De estos correos, la UDEF concluye que el hijo del ex presidente catalán tomaba las decisiones importantes de la fundación y que este poder decisorio se extendía a las partidas de gastos, es decir, a la financiación de equipos de rugby del ámbito catalán.
Concretamente la fundación habría financiado tres equipos: el FC Barcelona y la SASP USAP (Union Sportive des Arlequins Perpignanais) de Perpignan (Francia) y su filial en Barcelona, este último conocido como «Les Catalans» y donde al parecer habría jugado el primogénito de los Pujol.
En una carta incautada de 2006 se refleja un convenio de colaboración entre la fundación y el FC Barcelona por el cual habría pagado al menos 23.066 euros en nóminas a los jugadores del club blaugrana de rugby.
«Operación triangular»
A los equipos de la SASP USAP, la fundación pagó 2,2 millones de euros para financiar las cinco temporadas deportivas entre 2004 y 2009, según varios convenios, que estipulaban que un amigo personal de Jordi Pujol Ferrusola, Robert R., debía hacer su seguimiento.
Estas cifras varían en un esquema de flujo de dinero hallado en en el registro al despacho, que muestra que la fundación pagó 1 millón de euros al Barça a razón de 300.000 euros al año, 1,2 millones a la USAP y otros 274.000 euros a la USAP B.
«En realidad -dice la UDEF-, la financiación de estas actividades no responde si no a una operación triangular, utilizando como plataforma de aterrizaje y posterior lanzamiento de capitales una fundación».
Esta operativa queda «meridianamente clara», según el informe, en un correo entre Jorba y Pujol en el que se exponen los flujos de capitales procedentes de donaciones a la fundación, que luego se usan para sufragar los equipos de rugby.
«Su dirección y diseño tiene a Pujol Ferrusola como responsable»
«En esta comunicación quedaría diáfana tanto la operativa, como que su dirección y diseño tiene a Jordi Pujol Ferrusola como responsable», asegura el informe, que luego detalla que parte de esas donaciones provinieron de Isolux.
Basa esta afirmación en un cuadro encontrado también en el registro al despacho que indica que las donaciones las hicieron tres aportantes, «Ap.1», «Ap.2″ y Ap.3», los cuales solo entre 2006 y 2009 aportaron 2 millones de euros a la fundación.
La Policía ha conseguido identificar a uno de ellos como Isolux gracias a un contrato de donación de 648.000 euros de esta empresa a la fundación, de los cuales solo se ingresaron efectivamente en la fundación 432.000.
Los 216.000 euros restantes fueron a parar a manos de Jordi Pujol hijo, que registró un ingreso por esa cantidad en la cuenta de la empresa Brantridge que tenía en Londres a través de un testaferro.
Esa donación «desaparecida» que finalmente acabó en Brantrige en 2009 puede responder, según la UDEF, a «un cambio de planes de última hora» decidido por Jordi Pujol Ferrusola, que habría indicado al dueño de Isolux, Luis Delso, que el último pago de la comisión se hiciera de esa forma.