Con 15.843 muertos Sánchez no se ha puesto aún la corbata negra que sí lució por los atentados de París
No ha pasado desapercibido a la opinión pública. Con casi 16.000 muertos ya por la epidemia del coronavirus, el presidente del Gobierno aún no ha lucido una mínima señal de luto, como pudiera ser la corbata negra. Es el gesto que Pedro Sánchez sí tuvo cuando en 2015, siendo entonces secretario general del PSOE, compareció en público para expresar su condena por los atentados yihadistas que costaron la vida a más de 130 personas en París en una noche de fuego y terror.
Aquél día, en la sede del PSOE, tras un atril con crespón negro y ante la audiencia de toda España, Sánchez lució traje oscuro, camisa blanca y la corbata negra que aún no se ha puesto en ninguna de sus numerosas y dilatadas comparecencias como presidente desde que el coronavirus comenzó a destruir la vida de decenas de miles de españoles. Sí lo han hecho, por el contrario, otros líderes políticos de la oposición, como Pablo Casado (Partido Popular), Santiago Abascal (Vox) y Edmundo Bal (Ciudadanos).
Tampoco el Gobierno de España ha declarado días de luto nacional. Una iniciativa que, por ejemplo, si adoptó la Comunidad de Madrid, donde todos los días se guarda un minuto de silencio y las banderas ondean a media asta en reconocimiento y recuerdo de quienes han perdido la vida víctimas de la pandemia.
De hecho, la cifra oficial de muertos se está convirtiendo en una de las polémicas de la crisis sanitaria. Comienza a resultar evidente que los datos oficiales no coinciden con los reales, según empiezan a poner de manifiesto informes basados en los registros oficiales.
Este sábado España superará la barrera de los 16.000 muertos y consolidará la penosa marca de ser el país del mundo con mayor número de fallecidos por cada millón de habitantes.
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