El rincón de Gordon Gekko: el gran sastre Cristóbal todavía no nos ha dejado

Gekko
Fotograma de la película Wall Street (1987).

Gordon Gekko ha conseguido descubrir en qué lugar se encuentran los restos del naufragio de la sastrería Cristóbal que se ubicaba en la calle Alberto Alcocer de Madrid. En el número 24 de General Pardiñas, de la Villa y Corte, podrán encontrar un curioso outlet en el que descansan trajes a medida, corbatas inglesas, abrigos de paño y complementos con un inequívoco estilo vintage de uno de los maestros que mejor supo interpretar el auténtico estilo british. Cerrará el próximo 31 de mayo.

Dice el manual del Caballero: «Si encuentras un buen sastre, no lo compartas con nadie». Gregorio Cristóbal tenía la que para mí era una de las mejores sastrerías de Madrid. Ubicada en el número 13 de la calle Alberto Alcocer, este local albergaba al que durante muchos años fue el presidente del Club de Sastres de la Villa y Corte y premio artesano de la Comunidad de Madrid. Cristóbal fue un joven que aprendió el oficio en el mismísimo Savile Row y su buen hacer con la aguja se expresaba en todas sus prendas. Tuvo tanto éxito que llegó a tener sólo una empleada encargándose de rematar los chalecos en la dorada época en la que muchos trajes eran de tres piezas.

Para no caer en una melancolía tanguera les informaré simplemente de que en la calle General Pardiñas de Madrid, en el número 24 se trasladaron «los restos del naufragio» de su tienda en forma de outlet que cerrará sus puertas el próximo 31 de mayo. Por este motivo, conviene que se den prisa.

¿Qué se puede encontrar allí? Por un lado, trajes a medida que no recogieron clientes y con un precio de 200 euros la pieza. Para que se hagan una idea en su época los trajes de Cristóbal costaban de media 3.000 euros. Hombros redondeados, ojales inclinados y abiertos, telas de primera son sólo algunos detalles propios de los gourmets de la ropa que allí podrán encontrar buscando con buen ojo y sabiendo que su inequívoco estilo inglés hace que haya que pedir una talla más de la que se gasta pues son muy entalladitos.

Las blazers, azules, con aberturas por detrás y que valen para toda la vida, están a 125 euros.

Los pantalones de vestir a 40, las corbatas a 20 euros (hay de Cravats of London y de Church´s pero hay que saberlas buscar), hay calcetines de hilo maravillosos (de canalé y hasta la rodilla como los debe llevar un caballero) a 5 euros, abrigos de paño a 200 euros y todo tipo de complementos estrictamente vintage pero de una calidad insuperable.

He sido durante mucho tiempo el principal cliente de este chollo y en las postrimerías del cierre quiero compartir con todos ustedes esta valiosa información. Chupas de cuero, camisas de seda, cinturones de piel, pijamas de Bonsair of London, son otras propuestas que un verdadero apasionado de la moda sabrá expurgar de entre los montones de prendas repartidos en baldas.

Ármense de paciencia pues en primera instancia la tienda no refleja el potencial que atesora y echen un ratito para mirar un trocito del pasado, cuando a los hombres nos gustaba ir bien vestidos.

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