¿Qué ha provocado la caída en las bolsas?

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Inversor en la Bolsa de Madrid (Foto: GUETTY).

Las últimas semanas han sido muy complejas por aquellos inversores que tienen parte de su patrimonio en bolsa. En las últimas semanas, hemos visto como, de forma consecutiva, se anunciaba una y otra bajada del Ibex 35 y, por lo tanto, de los valores que lo conforman. Más allá de algún repunte técnico y puntual, la tendencia ya no en los últimos días, sino semanas y meses, es claramente bajista.

Ante este escenario, hay quien cree que lo más adecuado es retirarse y, en caso de tener dinero invertido en alguna compañía, retirar la inversión para salvar lo que quede. Ahora bien, la teoría es clara: hay que comprar cuando la tendencia es bajista y vender cuando, por el contrario, va al alza. Ésta es la única forma de conseguir unos beneficios importantes.

Pero este punto tiene un problema: ¿en qué momento se estabilizará el mercado y esas bajadas dejarán de producirse? ¿Hay riesgo de perder aún más o de no poder recuperar en mucho tiempo la inversión? Éstas son preguntas que, obviamente, no presentan una respuesta clara. Si fuera así, todo el mundo invertiría en los momentos clave y obtendría beneficios. Lo máximo que podemos hacer es entender los motivos que han llevado a prácticamente la totalidad de los valores a sufrir unas pérdidas tan importantes durante el último periodo.

¿Qué ha causado el descenso de las bolsas?

Los motivos que han provocado la bajada generalizada de los valores han sido los siguientes:

· Caída del precio del petróleo: el precio del barril de petróleo ha caído a mínimos históricos. En teoría, habría quien pensaría que esto es positivo porque significará que empresas y consumidores pagarán un precio más barato cada vez que hayan de repostar sus vehículos. Ahora bien, la realidad a nivel macroeconómico es distinta.

En un contexto de menor crecimiento del esperado por parte de las principales economías del mundo (China, países occidentales) y de aquellos países que están en vías de desarrollo (como Brasil), la demanda de petróleo ha disminuido. A la vez, su oferta ha aumentado de forma importante a partir de, entre otros motivos, el fin de las sanciones a Irán, país con la cuarta reserva de petróleo más grande del mundo. Por lo tanto, este exceso de oferta hace bajar el precio y es un indicador de desaceleración económica que afecta negativamente a las bolsas.

· Desaceleración económica en China: las previsiones de crecimiento del país asiático son peores de las que se esperaba. Lejos quedan los años durante los cuales crecían en valores con cifras de dos dígitos. Para los dos próximos años, se estiman crecimientos que no llegan al siete por ciento. Se trata, además, del principal consumidor de materias primas del mundo. Por lo tanto, si su demanda de ellas baja, se resienten todos aquellos países y economías que dedican una parte importante de su actividad a producirlas y exportarlas.

· Menor crecimiento del esperado de las economías occidentales: las previsiones de crecimiento especialmente en Europa son más bajas de lo esperado. Aunque se han hecho esfuerzos como, por ejemplo, bajar los tipos a mínimos históricos, la economía europea no acaba de despegar y sigue con problemas.

· Exceso de deuda acumulado por los Estados: aunque se van reduciendo los límites de déficit, el hecho de existir este déficit significa que se continúa gastando por encima de lo que se ingresa, de forma que se va aumentando el importe total de la deuda y, a la vez, de los intereses a afrontar.

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