Reestructuración bancaria

Oliu prescinde de Guardiola en Sabadell para relanzarlo tras la fusión frustrada y frenar la caída en bolsa

Sabadell
El presidente del Banco de Sabadell, Josep Oliu y el consejero delegado, Jaume Guardiola. (Foto. EFE)
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La ruptura de las conversaciones de fusión con BBVA ha permitido que se haga oficial el divorcio que existía desde hace tiempo entre los dos principales gestores de Banco Sabadell, Josep Oliu (presidente) y Jaume Guardiola (consejero delegado). Este martes el consejo de administración anunciará la salida del segundo y su sustitución por César González Bueno, el histórico banquero que montó ING Direct y EVO Banco. Con ello, Oliu pretende relanzar el banco y detener su desplome en bolsa.

Distintas fuentes confirman que la relación entre Oliu y Guardiola era muy fría o casi inexistente, hasta el punto de que existía una especie de doble organización paralela dentro de la entidad. La situación era insostenible y estuvo a punto de estallar a finales de verano, pero el inicio de los contactos con BBVA, adelantado por OKDIARIO, aplazó la ruptura. De hecho, Guardiola iba a tener un papel importante de enlace entre las dos entidades si hubiera fructificado la fusión, gracias a su pasado en BBVA.

Una vez descartada la operación, y antes de diseñar el duro ajuste de plantilla y oficinas que contemplará el nuevo plan estratégico, los dos han decidido poner punto final a la situación. La versión oficial es que, cuando Guardiola cumplió 60 años, pactó su jubilación para este año, cuando ha alcanzado los 63. Pero fuentes internas del banco explican que «nadie estaba al tanto de esta circunstancia y ha sido un shock para toda la plantilla».

Otras fuentes aseguran que Guardiola lleva 13 años en el puesto -entró para sustituir a Juan María Nin cuando este fichó por La Caixa- y había llegado un momento en que solo tenía dos opciones: acceder a la presidencia o jubilarse. Y dado que Oliu, de 71 años, no tiene intención de marcharse (uno de los motivos de la ruptura con BBVA fue precisamente que no le ofrecieras un puesto de  responsabilidad en la fusión), Guardiola ha preferido marcharse con un plan de pensiones de más de 20 millones, el segundo más alto de la banca española por detrás de Ana Botín.

Oliu intenta dar la vuelta al banco y a la cotización

Desde la perspectiva de Oliu, las fuentes consultadas sostienen que hace tiempo que quería prescindir del consejero delegado por la mala relación entre ambos y por una gestión que ha sido rechazada por el mercado, como evidencia el hundimiento de la cotización del banco en los últimos años: es la entidad española que cotiza con mayor descuento respecto a su valor en libros, en torno a un 83%.

Precisamente por este mal comportamiento, Oliu quiere contar con una cara nueva para intentar dar la vuelta al banco y a su cotización; algo que han intentado en el pasado otras empresas y bancos con desigual éxito; por ejemplo, es lo que pretendía Santander hace dos años con el fichaje de Andrea Orcel. En el caso de Sabadell, el elegido es también muy conocido, un histórico de la banca española: César González Bueno, el banquero que montó en 1998 ING Direct en España con un enorme éxito comercial (actualmente el banco holandés tiene 4 millones de clientes en nuestro país). En 2011, replicó el modelo bautizado como «banca directa» en Novacaixagalicia bajo la presidencia de José María Castellano, con el nombre de EVO Banco y bastante menos éxito.

No obstante, tras la nacionalización de la fusión de las cajas gallegas, el FROB vendió EVO al fondo Apollo, y este posteriormente lo revendió a Bankinter. Tras pasar por un banco kuwaití, González Bueno volvió como consejero delegado a ING España y Portugal en 2017 para tratar de relanzarlo tras perder el liderazgo en sus dos grandes ventajas competitivas tradicionales: la ausencia de comisiones y la remuneración de las cuentas corrientes, en un entorno ya de márgenes a la baja. Y lo hizo como mejor sabe, con intensas y originales campañas de marketing. Pero abandonó el banco naranja en septiembre de 2019 en una salida envuelta en la controversia.

El reto más difícil de González Bueno

Ahora tiene un reto mucho más desafiante con el que pretende poner el broche de oro a su carrera. Porque Sabadell es un banco universal con una fuerte presencia en empresas y banca privada, negocios en los que ING tiene una posición marginal. Además, llega en un momento especialmente delicado, en el que tiene que demostrar que puede aguantar en solitario ante la oleada de morosidad que se avecina por el covid en un entorno de tipos negativos durante mucho tiempo.

Para ello, pretende desprenderse del británico TSB -que no le ha dado más que pérdidas y quebraderos de cabeza-, para lo cual mantiene ya conversaciones con varios interesados. Además, aprobará el citado plan estratégico con el ajuste imprescindible y posiblemente dará entrada a un ‘caballero blanco’ en su capital para reforzar su solvencia. Como ha informado OKDIARIO, se han ofrecido Abanca y Cerberus, y otros medios han citado el posible interés de algunas entidades francesas como BNP Paribas o Crédit Agricole.

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